Todos los recuerdos más felices de las celebraciones de Pharrell Williams tienen una cosa en común. «Tienes que tomar champán en tu cumpleaños», declaraba el músico pionero, productor y director creativo de moda masculina de Louis Vuitton, de 51 años, en una entrevista exclusiva con Vogue Australia. «Otra vuelta alrededor del sol es un gran logro». Su mejor vuelta alrededor del sol, comparte Williams, fue en 2009, cuando celebró su primer cumpleaños como padre de su hijo Rocket. «Es un sentimiento y un amor para el que no estás preparado», admitía. «Fue un día sencillo, pero profundamente especial. El amor y el orgullo que sentí estaban más allá de lo que podría haber imaginado. No se trataba de la extravagancia, sino de la profunda conexión y felicidad de compartir ese momento con nuestra familia». Era de esperar, entonces, que la última colaboración del creativo sea con la legendaria casa de champán francesa Moët & Chandon y esté dedicada a celebrar los mejores momentos.
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La colección, que se lanzará a nivel mundial este mes, consta de tres botellas de edición limitada envueltas en un lazo, diseñadas por Williams como un guiño a los primeros envases de Moët & Chandon. Después de una visita a los archivos de la marca en Francia, Williams desenterró bocetos de 1889 para un diseño de lazo que alguna vez adornó cada botella de champán donde ahora se encuentra la etiqueta de la marca. Para él, el lazo simbolizaba «unión, generosidad y alegría», tres cosas que personifican su visión de una colaboración basada en la celebración. «Los archivos son increíbles», decía Williams con entusiasmo. «Hay mucha historia en ella, más de 280 años de fiestas, cenas y gente de todo el mundo apasionada por la maison«.
Recientemente y gracias a su papel en Louis Vuitton y a asociaciones como esta con Moët & Chandon, Williams ha pasado cada vez más tiempo fuera de los Estados Unidos en lugares como París. En Louis Vuitton, ocupa una oficina situada justo encima del Sena, con vistas a los amplios bulevares y al horizonte haussmanniano de la Ciudad de la Luz. «No hay nada mejor que eso», admite. Para Williams, París es una ciudad de inspiración infinita. «Su historia, cultura y creatividad no tienen parangón. Alimenta mi imaginación e impulsa mi trabajo«. Durante los últimos dos años, al mismo tiempo que diseñaba colecciones para Louis Vuitton y trabajaba en colaboraciones, Williams ha completado tres álbumes de música, trabajando duro en el estudio que instaló dentro de la sede de Louis Vuitton.