La Semana de la Moda de Milán está a punto de comenzar y hace exactamente un año nos preparábamos para anunciar un proyecto creativo sin precedentes: las fotografías nocturnas inmortalizadas por Tim Burton en Bomarzo para celebrar el 60 cumpleaños de Monica. Un trabajo nacido de la visión imaginativa del director, que había acogido con entusiasmo la idea de celebrar a su musa en nuestra cabecera.
Recuerdo que poco después de aceptar la propuesta nos había enviado unos bocetos extraordinarios, impregnados de su visión surrealista. Por lo que pudimos deducir de nuestros intercambios, era para él una obra de arte que partía de un impulso romántico. Pensándolo bien, en la historia, esto ha dado lugar a menudo a obras maestras, como ha ocurrido cuando el punto de partida era opuesto. Al igual que Monica, Tim también había dedicado mucho tiempo al rodaje, implicando incluso a sus colaboradores de siempre, como la galardonada diseñadora de vestuario Colleen Atwood. Aquellas imágenes no eran simples fotografías: además de haberlas considerado secuencias de una de sus películas y un homenaje a Mario Bava, Tim sabía que quedarían para siempre como un fragmento de su historia creativa y emocional.