Se ha sabido que Daniel Kramer, fotógrafo de Bob Dylan en su llamado año “big bang” de 1964 a 1965 – el famoso año en que pasó del folk al rock-, con dos fotos suyas en la portada de dos álbumes legendarios, murió el 29 de abril a los 91 años.
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La noticia de su muerte fue reportada por Rolling Stone. Un libro de 2018, “Bob Dylan: A Year and a Day”, publicado por TASCHEN, presentaba una selección de casi 200 imágenes obra de Kramer, incluidas tomas descartadas de las sesiones de fotos de portada de los álbumes “Bringing It All Back Home” y “Highway 61 Revisited”. El fotógrafo y director de cine radicado en Nueva York fue reconocido durante mucho tiempo por sus retratos e historias fotográficas en revistas nacionales e internacionales.
En el transcurso de un año y un día, el extraordinario acceso de Kramer a Dylan durante sus giras, tanto en los escenarios como fuera de ellos, permitió crear uno de los portafolios fotográficos más fascinantes de cualquier artista discográfico y un documento impresionante de cómo Dylan se abrió paso hacia el estrellato.
Nacido en Brooklyn, Nueva York, y autodidacta en fotografía, Kramer trabajó como asistente de Philippe Halsman y Allan y Diane Arbus antes de ganarse una reputación internacional propia. Las fotografías de Kramer han sido expuestas o recopiladas por la Galería Nacional de Retratos de Washington, D.C., el Museo y Salón de la Fama del Rock and Roll, el Centro Internacional de Fotografía, el Museo Whitney de Arte Americano, el Museo Folkwang en Alemania, el Museo George Eastman, y muchas otras instituciones de gran prestigio.
Sally Grossman, la esposa del mánager de Dylan, Albert Grossman, posó para Kramer con la estrella para la portada de su álbum de 1965, “Bringing It All Back Home”.
La icónica foto, tomada en la casa de los Grossman en Woodstock, Nueva York, muestra a la joven de 25 años con un impresionante mono rojo, sentada, fumando un cigarrillo con una rodilla doblada y Dylan, en primer plano, con el gato de los Grossman en el regazo y a su lado discos de los Impressions de Curtis Mayfield, Robert Johnson, Ravi Shankar, Lotte Lenya y Eric Von Schmidt. Bob tenía sólo 23 años, aunque ese era ya su quinto álbum. La imagen está rodeada por un efecto de halo dorado.
Los Grossman eran habituales en Bearsville, parte de la ciudad de Woodstock, a dos horas en coche desde la ciudad de Nueva York. Según el escritor Bob Egan, la película fue “un cambio radical para Dylan que significaba su ruptura con el movimiento folk de Greenwich Village”, y desde luego Kramer supo plasmar ese cambio en la fotografía en color, mucho más sofisticada que las de sus cuatro álbumes anteriores.
“Dylan ya no era fotografiado con la ropa desaliñada de los cantantes folk, sino que aquí era un terrateniente country inconformista en toda regla, con una pintura al óleo en la repisa de la chimenea, un gato persa en su regazo y una mujer fresca y sofisticada descansando al fondo. .”
El libro de Kramer, “Bob Dylan: A Year and a Day”, también incluye fotografías del concierto en la Filarmónica con Joan Baez; las sesiones de grabación “Bringing It All Back Home”; y el ahora famoso concierto de 1965 en Forest Hills, durante la controvertida transición de Dylan a la música de guitarras eléctricas.
Las imágenes también muestran a amigos y colaboradores de Dylan como Johnny Cash, Allen Ginsberg y Albert Grossman.
