Muere Maggie Smith a los 89 años

Las generaciones más jóvenes se encontraron con Maggie Smith dentro de la saga Harry Potter, con el rostro de Minerva McGonagall (un papel que terminó odiando), o en la serie Downton Abbey, donde daba vida a Violet, la condesa viuda de Grantham, pero la actriz británica, que ha fallecido hoy a los 89 años de edad, cargaba a sus espaldas con una de las filmografías más interesantes de Reino Unido. Más de 65 años de trabajo incansable y 85 créditos en series de televisión y películas, además de incontables apariciones en teatro, son el legado artístico que deja.

Nacida en Ilford, Inglaterra, en 1934, se subió al escenario del Oxford Playhouse por primera vez y fue en 1952 cuando debutó en Broadway. En Reino Unido, su primer gran reconocimiento le llegó en 1958 cuando consiguió una nominación a los BAFTA por su trabajo en Nowhere to Go. A lo largo de su carrera se haría con cinco de estos galardones. Después, recibiría dos premios Oscar, uno por Los mejores años de Miss Brodie, en 1969, y por California Suite, en 1978. También consiguió otras cuatro nominaciones, la última en 2001 por Gosford Park.

En sus casi setenta años de carrera trabajó con directores como James Ivory o Robert Altman y fue uno de los rostros que se pudieron ver en ahora clásicos del cine como Muerte en el Nilo. En los años 90, tuvo papeles en los grandes éxitos del cine familiar que fueron Hook o Sister Act. Hace solo un año, Maggie Smith se convertía en imagen de Loewe para la campaña de primavera de 2024. La fotografió entonces Juergen Teller.

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