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En 2023 arrancó el anime de ‘My Happy Marriage‘ (‘Watashi no Shiawase na Kekkon‘), una historia con tintes de la Cenicienta ambientado en un Japón decimonónico. Un buen drama de época sobrenatural, con politiqueo, rencillas familiares y también amenazas fantasmales con un envoltorio visual precioso.
Fue uno de los animes románticos más populares de 2023, y aunque su continuación se ha hecho de rogar, la segunda temporada de ‘My Happy Marriage’ ya ha arrancado oficialmente en Netflix.
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Los problemas vienen de tres en tres
Hay que decir que antes del estreno de esta segunda temporada llegó a Netflix un capítulo especial que debería verse antes, más que nada porque nos presenta a algún personaje nuevo y da algo más de contexto. Pero una vez estemos al día ya podemos meternos en esta nueva etapa del anime, que viene con curvas.
Recapitulando, Miyo Saimori nació (aparentemente) sin un don sobrenatural y era maltratada por su familia hasta que fue prometida con Kiyoka Kudo, un militar con una fama terrible. Una vez se muda a casa de su prometido, Miyo y Kiyoka empiezan a desarrollar una relación muy tierna y resulta que ni Kiyoka era tan terrible ni Miyo tan débil como parecía.
El tema es que aunque los protagonistas de ‘My Happy Marriage’ se quieran como nadie, el universo confabula para ponerles las cosas difíciles. Si en la primera temporada la familia de Miyo no dejó de dar por saco, se ve que ahora la que entra en acción para meterse por medio es la de Kiyoka, ya que la segunda temporada arranca con la pareja viajando a casa de los Kudo para resolver una amenaza en la zona.
Así que ‘My Happy Marriage’ cambia de escenario, con Kiyoka en una nueva misión para investigar la aparición de unos extraños demonios. Mientras tanto, Miyo empieza a tener sueños premonitorios de que un drama más gordo se acerca… Así que no vamos a tener la temporada tranquila ni ellos unas vacaciones normalitas.
Como con la primera tanda de capítulos, ‘My Happy Marriage’ tiene un acabado visual encantador, con unos fondos llenos de detalles, una luz muy delicada y unos diseños de personajes preciosos. La segunda temporada se siente como una continuación casi sin costuras de la primera, manteniendo el buen nivel y simplemente metiéndonos en otra etapa de la historia.
Este primer episodio ha sido una buena carta de presentación que recupera lo mejor de la serie, explotando de fábula la dinámica entre Miyo y Kiyoka y mostrando cómo ha ido evolucionando su relación.
Falta meternos más en el aspecto sobrenatural de la serie, aunque ya con este primer capítulo se va adelantando que se va a seguir explorando más el folklore de la serie y, especialmente, los poderes de Miyo según se vuelvan más potentes.
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