The Business of Fashion se hace también eco de la influencia de Kamala en las nuevas generaciones, pero esta vez a través de su peinado. Lo que en Estados Unidos se conoce como silk press ya ha llegado a TikTok. Y en la red social china, cientos de mujeres aluden a esta técnica capilar centenaria que ya ha sido bautizada como ‘Presidential Silk Press’.
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El furor se hizo evidente después de que Harris desvelase en una entrevista cómo peinaba su emblemática melena. La confesión de la política demócrata enamoró a las miembros de la Generación Z, cansadas de los productos químicos que ponen en peligro su salud y más cercanas a esta técnica que proviene de comienzos del siglo XX. Se acondiciona bien la melena, y con un cepillo de púas y un secador se peina.
Pero este no ha sido el único guiño que Harris ha querido hacerle a las mujeres. Hace unas horas, para aceptar la candidatura demócrata a la presidencia de EEUU, repetía —por tercera vez en cuestión de tres meses— estilismo de Chloé. Después de su traje marrón de hace unos días y de su vestido de color esmeralda con capa que lució en la Cena de Estado Anual celebrada en la Casa Blanca, la política optaba por un diseño teñido de azul marino que maridó con una blusa con lazo conocida como pussy bow. Una opción conservadora y continuista, que le aportaba consistencia y la convertía en una candidata confiable, sin dejar de apostar por la firma del momento. Nuria Luis, experta en historia de la moda en Vogue España, lo resume mejor. “Como Harris no puede sumarse al boho, se apunta a la marca del momento, que es una firma hecha por mujeres para mujeres”, apostilla. “Los códigos de power dressing, aun siendo más relajados, son muy claros: una candidata no puede llevar un vestido de volantes, pero sí un traje sastre de líneas fluidas. Y Chloé suena a libre y a suave”.
Patrycia Centeno, experta en el estudio del lenguaje no verbal como herramienta de comunicación y responsable de La política y moda, comparte la opinión de Luis. “Ambos trajes han sido hechos a medida por Chemena Kamali, una mujer que al igual que Harris tiene doble procedencia, alemana y uruguaya. Además, Chloé es una firma muy asociada a la feminidad, algo que compensa la rigidez del traje pantalón de Harris, y que vuelve a estar de moda por las cuñas que todas acabaremos llevando este otoño. De esta manera, consigue establecer una conexión con el ahora”, explica la periodista. “Además, el tan suit (traje de color bronceado) es un guiño a Obama —hasta él ha bromeado sobre aquel famoso diseño que un día escogió para una rueda de prensa sobre Oriente Medio— y que cualquier estadounidense puede descifrar. El [traje] azul marino de ayer, un golpe de sobriedad para aceptar el reto al que es llamada”, resume.