Llega empujando una maleta, un objeto que casi ya es una extensión de Nicolás Atanes (Burgos, 21 años), el joven estudiante y divulgador que se dedica a recorrer las ciudades de toda España con un único objetivo: lograr que la gente pierda el miedo a las matemáticas y que empiece a apreciarlas y valorarlas. Y, de paso, romper con la maldición de los malos resultados crónicos de los alumnos en esta materia. Atanes, diagnosticado de autismo, combina sus estudios del grado de Matemáticas en la Uned con el impulso de iniciativas como rutas turísticas especializadas (donde se anima a calcular el área de una plaza para saber cuánta gente cabía o los litros por minuto que salen de una fuente) o competiciones entre universitarios.
Pregunta. ¿Cómo surge tu interés por las matemáticas?
Respuesta. Desde siempre me han gustado y siempre he querido ir un poco más allá. En primaria descubrí un error y planteé una forma alternativa de calcular el perímetro de un castillo. Entonces vi que las matemáticas también es darse cuenta de cosas, ser creativo y no tanto la parte aburrida para mucha gente.
P. ¿Cómo ves el nivel de matemáticas que se enseña en la escuela?
R. Es bastante bajo y cada vez más.
P. ¿Se enseñan bien?
R. No. Se prioriza más que el alumno aprenda métodos, pero no motivos. El gran error es que se aprenden las matemáticas de memoria para hacer el examen y olvidarse después. No se explica cómo funcionan, dónde se usan hoy en día, así que mucha gente no le ve sentido.
P. ¿Qué papel juegan los profesores?
R. Todo el mundo debe encontrar placer en las matemáticas porque los futuros maestros no pueden perder el entusiasmo y contagiar el desinterés en sus alumnos.
P. ¿Cómo ves las nuevas metodologías, donde se empieza a enseñar las matemáticas de forma más manipulativa?
R. Encuentro que es interesante, porque es una forma de acercarse a las matemáticas diferente para que el alumno las pueda sentir y apreciar. Pero también es importante tener un papel y un bolígrafo, que se vea que las matemáticas son un proceso y un aprendizaje constante, como al crear una obra de arte.
P. Hay voces que aseguran que no es necesario aprenderse las tablas de multiplicar.
R. El cálculo mental es como el alfabeto, si te aprendes el alfabeto las cosas te irán bien.

P. ¿Por qué no gustan las matemáticas?
R. No se enseña a apreciarlas. Si te enseñaran el futbol como te enseñan las matemáticas, la gente odiaría el futbol. El futbol te lo enseñan como un juego donde te puedes equivocar, pero puedes pasártelo bien. En cambio, la gente ve las matemáticas como algo donde solo se memorizan procesos y de algo muy mecánico, de manera que si se te olvida algo en el examen, no te saldrá bien, así que las matemáticas se vinculan a malos resultados y frustración, porque no vas a llegar a lo que se te pide. Las matemáticas no es lo que se te pide, sino lo que te llevas por haber aprendido.
P. ¿Propuestas para hacerlas más atractivas?
R. Los enunciados no deberían ser tan estrictos, porque saber calcular el área de un círculo es muy importante, pero también saber para qué lo necesitas. Así que no es tan importante saber aplicar métodos o fórmulas, sino entender por qué la fórmula funciona y enseñar a deducirlas, y así no se te olvidan nunca.
P. ¿El tener autismo ha sido un obstáculo o, por el contrario, te ha ayudado a impulsar todo este movimiento?
R. Me ha ayudado, porque el autismo hace que te enfoques en cosas específicas. También me ha permitido tener un objetivo claro que espero conseguir: que las matemáticas sean apreciadas por todos, o casi todos, los estudiantes y que la gente las valore.
P. ¿El autismo y esta pasión por las matemáticas te ha comportado algún problema en la escuela?
R. Es verdad que puedes encontrar rechazo de la gente en cuanto a las matemáticas, pero al final intento decirles a mis compañeros ‘si tanto habláis de futbol, dejadme hablar un poco de matemáticas’ o les pongo la gala del premio Abel, que es tan importante como la gala del Balón de Oro, porque todos se merecen un reconocimiento.
P. ¿Cómo ves tu futuro?
R. Me gustaría dedicarme a la investigación en Teoría de números, que es un área que me fascina, y continuar con la divulgación para dejar de ver noticias negativas sobre Pisa, aunque tampoco descarto la docencia.
