Manuel Fernández Valdes/Netflix
Junto a ellos están aquí Zoe Bonafonte, María Caballero, Daniel Ibáñez, Paula Usero, Itziar Manero o Iratxe Emparán. Un elenco que funciona como un reloj. “El casting es una parte que me encanta”, introduce Neira. “Ha sido difícil porque son jovencitos y al no tener experiencia siempre es una apuesta arriesgada. Es verdad que Elena, el personaje de Nadia de Santiago, es muy protagonista, pero a medida que avanzan los episodios se va haciendo más coral la serie”, continúa. “Fue divertido y cómo iban enganchado viendo lo que cada uno podía aportar. A Nadia se le escribió en cierta manera sabiendo lo que podía hacer y al resto hemos ido descubriendo con los capítulos. Me han sorprendido positivamente todos y son muy buenos actores. Se han divertido mucho y eso es muy bonito de ver”.
Al igual que otras producciones del mismo corte como The Buccaneers, aquí también se juega con anacronismos desde el diseño de producción, el vestuario e incluso la música. “No es fiel a propósito. Hay una decisión en cuanto al vestuario que pasa por una inspiración en 1880. El modernismo también sirve como tal aunque es un poquito posterior, pero para nosotros lo importante era generar un universo propio con su estética», comparte la showrunner. “Encontrar espacios adecuados cuando trabajas en época es una de las tareas más difíciles. Cortar calles, cambiar cosas y no tener que abusar para ello del CGI es complicado. Hay una parte en Aranjuez, otra en la Granja de San Ildefonso y otra en Barcelona, en la zona más modernista, que le da mucho carácter. También se construyo el interior de un edificio real en este plató en el que nos encontramos. No encuentras espacios de esa época con la estética con la que estamos jugando aquí. Hay que modificar los espacios reales a los que vas y estos platós», continúa respecto a esa producción en la que edificios modernistas como el los del Recinto Modernista de Sant Pau, en la ciudad condal, con otros de épocas históricas diferentes.