Olvidar a tu ex: cuando pasar página parece imposible
Estás soltera (o incluso iniciando una nueva relación), pero la sombra de tu ex no se va. Quizá durante el día ese peso sea algo más llevadero, pero al caer la noche y meterte en la cama el mecanismo de tu cerebro se pone a funcionar como si no hubiese un mañana. Te asaltan las dudas, sobre piensas lo que pudo ser y no fue, repasas cronológicamente los momentos felices —olvidando, por supuesto, los que no lo fueron tanto; cosas de la cabeza—, mientras das vueltas y más vueltas intentando conciliar el sueño. Hasta puede que, en ese período de insomnio, se te ocurra la brillante idea (con ironía, entendámonos) de repasar vuestro álbum de fotos, entrar en sus redes sociales o, lo que es todavía peor, escribirle. No importa el tiempo que haya pasado desde vuestro último contacto, la sombra de aquel amor te acompaña allá donde vas y puede que hasta te imposibilite abrirte a alguien nuevo. Spoiler: no has olvidado a tu ex pareja, y puede convertirse en un problema.
Romper y seguir enamorada, ¿es posible?
Tanto si el final de vuestra relación estuvo determinado por algún hecho concreto que imposibilitase para alguno de los dos continuar como si lo vuestro ha llegado a su fin sin un motivo de peso aparente, romper una relación no implica obligatoriamente que el amor haya llegado a su fin. “En estos casos es necesario aprender a tomar distancia de la emoción; el amor es importante en una relación, por supuesto, pero sin lugar a dudas no lo es todo”, cuenta María Cordón, psicóloga especialista en perspectiva de género, y continúa: “Es cierto que no podemos evitar de la noche a la mañana el enamoramiento, pero sí podemos cambiar nuestras conductas. Normalmente lo que pretendemos es evitar a toda costa esas emociones y sentimientos desagradables, pero es importante comprender que estos van a estar presentes y, si intentamos escapar de ellos, probablemente reaparezcan con mucha más fuerza. Es lo que llamaríamos ‘efecto boomerang’”.
Okey, teniendo en cuenta que sí es posible empezar una nueva etapa estando aún enamorada, pasemos a la parte complicada: ¿cómo lo hacemos? La experta nos da la respuesta: “Modificando nuestra conducta de forma progresiva. De esta forma, irán modificándose también nuestras emociones. Si te apetece hablarle, en lugar de hacerlo elabora una respuesta alternativa como llamar o escribir a alguien cercano. Si te apetece ver a esa persona, haz algo en su lugar que te ayude a sentirte bien —tu hobby favorito, practicar algo de deporte, un maratón de esa serie que te tiene enganchada…—. Es importante elaborar tus propias conductas alternativas, así como centrarte en aquello que te haga conectar con tu esencia y valores. Además, un truco que puede resultar de utilidad es tener a mano siempre una nota, ya sea en tu móvil o en papel, en la que estén presentes aquellos aspectos del vínculo que te hagan conectar con la emoción desagradable que podías sentir en él. De esta forma tendrás presente que eso también formaba parte de la relación y evitarás quedarte simplemente con la parte idealizada, que es lo que suele ocurrir durante las rupturas”.
Cómo decir adiós a las comparaciones
Y, si ya estás en una nueva relación pero todavía no has superado del todo la anterior, compararlas se convierte en algo bastante frecuente porque vuelven a estar presentes las dinámicas del vínculo —la idiosincrasia del mismo, los límites, acuerdos, necesidades y un largo etcétera—. “La relación pasada queda presente en tu historia de vida y aprendizaje, pero es importante hacer un anclaje al momento presente para poder prestar atención a lo que nos hace sentir el nuevo vínculo. Si es acorde a lo que deseamos, si coincidimos en valores y proyecto de futuro… ¿Me hace sentir bien esto que estoy viviendo? ¿Me permito averiguarlo? ¿Me genera admiración? Si la respuesta es positiva, ¿por qué no darnos la oportunidad de explorar? En ciertos casos decidimos no apostar y quedarnos en un contexto poco favorecedor porque pensamos que el coste a pagar por despedirnos es muy alto, cuando quizá el malestar que implica permanecer en el mismo lugar es mucho más costoso que la propia despedida”, argumenta la psicóloga.
La Dra. Caroline West, experta en sexo y relaciones de la app de citas Bumble, nos aconseja en estos casos recurrir al ‘cobwebbing’. “Si te cuesta pasar página y especialmente si este sentimiento interfiere con tu relación actual, puede ser una buena idea dejar a un lado lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Bumble denomina a este comportamiento ‘cobwebbing’, en referencia a la necesidad de crear espacio tanto mental como físico que nos evite comparaciones dañinas. Los recuerdos, como fotos u objetos de relaciones pasadas, pueden entorpecer nuestra relación actual o la búsqueda de alguien que se adapte mejor a nosotros. No se trata te tirarlos si no lo deseamos, pero para centrarnos en una nueva relación puede ser valioso trazar una línea divisoria entre el pasado y las parejas actuales o potenciales”.
