Por una pequeña obra que tenía que realizar en casa, decidí reubicarla en el baño durante un par de semanas, para protegerla del polvo y mantenerla a salvo. Al ser un aseo sin ventilación y, por tanto, sin luz natural, pensé que al cabo de un par de días se deterioraría y tendríamos que buscarle un nuevo espacio. Sin embargo, la sorpresa fue que, al cabo de una semana, su aspecto había mejorado muchísimo (sin apenas regarla) y, a los diez días, tenía dos hojas nuevas brotando de sus raíces.
Viendo que parecía estar en su mejor momento, escribí a Ana, de Speak in plants, para preguntarle si era una reacción habitual. Primero me preguntó si habíamos hecho algún cambio en el riego o si utilicé algún tipo de abono. Ante mi negativa, la experta en especies botánicas señaló a la humedad como principal causante del comportamiento de mi planta. “Es la mejor amiga de la monstera. Es una planta tropical y, aunque se adapte bien a otros climas, le encanta un ambiente húmedo aunque no tenga tanta luminosidad”, explica la especialista. Además, no es la única especie que puede encontrar su hábitat ideal. Según la fundadora de Speak in plants, “Philodendrons, Aglaonemas, Epipremnums, Dieffenbachias, Zamioculcas, Anthuriums… tienen cuidados y necesidades parecidas en cuanto a luz y humedad”.
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