Celebrar Nochevieja en nuestra casa se ha convertido en nuestra cena favorita y este año la estamos preparando con especial ilusión
Con mi madre como maestra de ceremonias, despedir el año y recibir el que entra se eleva como el momento más esperado cada 31 de diciembre. Como el buen Grinch de la Navidad que escribe estas palabras, las fiestas navideñas no son ni mucho menos mis favoritas, pero Nochevieja es diferente. Cerrar un círculo. Un año que se queda atrás y otro que empieza. Nuevas oportunidades. Nuevos capítulos y la esperanza que incorpora el paso del tiempo para lidiar con lo que ya no está. Sí, eso. Marcar un punto de inflexión para reflexionar, es un viaje simbólico a través de los elementos del tiempo: el pasado, el presente y el futuro. Y nosotras hemos decidido que este año va a ser una cena muy especial.
Las costumbres en España varían dependiendo del lugar donde se celebre esta noche. Gente que la pasa en familia, con amigos o una mezcla de todo, como en nuestro caso. Y es aquí donde aparece el primer gran consejo: haz una lista con todas y cada una de las personas que van a acudir. Una vez tengamos controlada la cantidad de invitados es momento de preguntar por sus preferencias alimentarias, para no tener ningún susto. Ello también puede ser a la inversa, desarrollar un menú y en base a eso preguntar si hay algún tipo de plato que pueda ser controvertido.
Trabajo en equipo
Si bien es cierto que compartir el gusto por recibir es importante y facilita enormemente las tareas, hablar con el resto de comensales y dejar a un lado el factor sorpresa hará de la velada una noche más cómoda para los anfitriones. Seamos francos, en España no se va con las manos vacías a ninguna casa y todos queremos aportar nuestro granito de arena por lo que lo más seguro es que casi todos tus invitados traigan consigo un plato cocinado desde casa. Para que no sobre comida lo más inteligente es hablar sobre esto, organizarse entre los invitados para que no llegue el día y de repente haya tres postres.
Lo más importante: cerrar un menú y no dar pie a la improvisación
No hay peor sensación que la de ir con prisa y es por ello por lo que actuar con tiempo y tener casi la totalidad de los platos preparados es indispensable para disfrutar de la noche. Del punto anterior derivamos a este, el de cerrar un menú, es decir, después de habernos organizado con todos nuestros invitados y una vez que ya sabemos todos los platos que van a traer es momento de cerrar el menú y enfocarnos en él.
En todas las casas hay un plato especial que se repite siempre, sí, esos míticos huevos rellenos que ha hecho tu abuela desde que tienes uso de razón o el pavo que tu tía cocina todos los años. Es necesario darle el lugar que merece ya que sabemos que va a estar y no tiene sentido hacer comida de más para que luego sobre porque no, no hay cabida para el desperdicio.
Tampoco tiene lógica desarrollar un menú que desde un primer momento sepamos que va a sobrar comida, es normal que no queramos quedarnos cortos a la hora de servir comida, pero hay que ser sinceros con nosotros mismos para así evitar que los atracones propios de la Navidad nos sienten mal y nos fastidien la noche.
Pensar con tiempo y elegir la estética
No tiene que ser necesariamente navideña, de hecho, es más útil alejarte de los clichés a la hora de invertir para así poder usar los elementos de ornamentación durante todo el año. Esto hemos elegido nosotras, alejarnos de lo navideño para instaurarnos en lo que nos gusta, nuestro estilo. Una amalgama entre lo clásico, las tendencias actuales y lo moderno.
Las piezas clave que harán que tu mesa luzca ideal
- Una etiqueta con el nombre de todos y cada uno de los comensales. Sentirse especial es un deseo innato del ser humano y encontrar tu nombre escrito con cariño o creado de alguna forma original –en nuestro caso cada plato incorporará una etiqueta de arcilla con su nombre grabado que hemos hecho a mano– es un detalle que te hace muy feliz.
- Las velas. La calidez que aportan estos elementos desarrolla una atmósfera de lo más acogedora con toques de romanticismo y hasta nostálgicos que invitan a la reflexión, a mirarse a los ojos.
- Espejos. Ya sea de los que están colgados en la pared o pequeñas piezas que puedes colocar en la mesa aportando profundidad a través de su reflejo.
Los deseos que nos acompañarán
Llevo años viendo como mis padres se quitan el anillo de su boda y brindan con él dentro de sus copas de champán, amor y prosperidad. Nunca se pide dinero. Siempre pedimos salud, amor y que el año siguiente estemos celebrando las mismas personas juntas. Se mira al año que pasa, hacemos reflexión, hablamos de los llantos y aceptamos lo sufrido para recibir su cura con el cambio. Nochevieja es una nueva oportunidad, es aceptar el paso del tiempo y romper con la felicidad forzosa que puede llegar a infligir la Navidad. Tiene su componente nostálgico porque dejas atrás y a la vez un significado esperanzador, sigues adelante. ¡Feliz y próspero año nuevo!