Hay algo evidente en Norah: el restaurante que ocupa el número 15 de la calle de Monte Esquinza tiene todos los ingredientes para convertirse en el lugar al que todo el mundo quiere ir. Por eso, bastan quince minutos en el interior del local para entender que, apenas dos semanas después de su apertura, sea un desafío conseguir una mesa durante el fin de semana.
El espacio que ocupa Norah ya invita al encuentro: el ambiente idóneo para una cena con amigas, una cita romántica o una comida improvisada. Esto es, en gran parte, al trabajo de interiorismo Trueba Studio. Materiales nobles, paletas naturales, mesas amplias y luces cálidas son los elementos clave de un restaurante con una atmósfera envolvente, donde el ambiente es íntimo y animado, relajado y sofisticado, a a partes iguales.
OCTAVIAN CRACIUN
Aunque la verdadera protagonista aquí es la propuesta gastronómica. La experiencia en Norah debe empezar siempre explorando su carta líquida, donde llama la atención la cuidadosa selección de vinos, con referencias procedentes de España, Francia, Italia, Grecia o Líbano que hacen un recorrido por gran parte del Mediterráneo. A esto se suma una propuesta de coctelería de autor que no tiene nada que ver con lo que podemos encontrar en otros restaurantes.
Y, ahora sí, es hora de comer. Su chef Eli Shtein ha elaborado una carta que ofrece un viaje por todo el Mediterráneo y pone en primer plano el producto de temporada. El festín debe comenzar con su focaccia recién horneada, que viene acompañada de un dip de garbanzos y tomate rallado con un toque de jalapeño; para continuar con algunos de sus aperitivos estrella. De todos ellos nos quedamos con las Sardinas ahumadas, servidas sobre un pan brioche con cama de tomate rallado, y sus Piparras a la brasa con limón y sal negra –eso sí, pican de verdad–.
En el terreno de los crudos, se posicionan como favoritos el Steak con pecorino, semillas de mostaza y crackers de aceite de oliva y la Ensalada de cordero con tzatziki y hierbas aromáticas; aunque reconozco que hay dos platos que vi preparar y por los que pienso volver muy pronto: la Ensalada de lechuga romana con queso curado y vinagreta de balsámico blanco, y el Carpaccio de gamba roja con chile tatemado y aceite aromático.