Es oficial: las botas peep-toe están de vuelta
Pantalones pitillo de corte pirata, tiros ultra bajos, chándales de terciopelo, chalecos vaqueros y hasta bolsos baguette combinados con gafas de cristal degradado y sin montura, muchas veces adornadas con pedrería. Los años 2000 han sido en el último lustro una fuente inagotable de inspiración que ha polarizado a la sociedad, provocando un inusitado entusiasmo para algunos, y un rechazo absoluto para otros. Pues bien, la nueva apuesta de firmas de moda y prescriptoras de tendencias rescata, quizá, la prenda más controvertida de aquella década (y la competencia abunda, por lo que no es decir poco): las botas (y botines) peep-toe.
Esta silueta originaria de los años 40, que juega a dejar al descubierto los dedos del pie en pleno invierno, se convirtió en un icono de la estética Y2K más atrevida. Ahora, 25 años después, recupera su protagonismo perdido para hacer las delicias de las más nostálgicas. Firmas como Victoria Beckham, Versace o Courrèges ya han reinterpretado esta tendencia en colecciones recientes, y Louis Vuitton incluso subió la apuesta presentándolas con lentejuelas y metalizados en su última colección primavera-verano 2026. También marcas emergentes, como Gia Borghini, firma italiana fundada en 2016, han hecho de este estilo de calzado su seña de identidad —la top Alex Consani se ha hecho con su modelo Ninette Suede en marrón chocolate—, alcanzando la viralidad en tiempo record.
Aeon
Stephane Cardinale – Corbis/Getty Images
Y aunque integrarlas en el día a día puede parecer un reto, las insiders de moda ya han allanado el terreno: con minifaldas de cuero o vestidos lenceros al más puro estilo dosmilero, aunque también funcionan con vaqueros rectos o pantalones cropped que dejen ver el detalle abierto en la punta. En su versión botín, se convierten en el aliado inesperado para elevar un look de oficina si se combinan con un traje sastre relajado o faldas midi. Y para quienes aún dudan de su practicidad, la clave está en jugar con medias de colores, calcetines de lúrex o, directamente, un nail art cuidado. Sea como fuere, si en 2025 las botas peep-toe comienzan a dar que hablar, en 2026 todo apunta a que serán la pieza clave de los armarios más inspiradores. ¿Te apuntas a la tendencia?
Las mejores fotos de inspiración:
Raimonda Kulikauskiene/Getty Images
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Las botas peep-toe más bonitas:
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