El año pasado en estas mismas fechas, la reina Letizia lucía el mismo vestido de Adolfo Domínguez por el que hoy optó con motivo de sus audiencias en el Palacio de La Zarzuela. Ese 25 de junio de 2024 fueron sus sandalias planas con cristales de Swarovski de la firma española Pedro García las que captaban la atención de los focos, y hoy, 372 días después, lo hacen sus zapatos de tacón cómodo. Y no porque su vestido camisero de algodón gris perla, de efecto vientre plano gracias a una cintura remarcada con un panel de nido de abeja, corte midi, bajo ligeramente asimétrico, cuello barco y puños camiseros no se merezca su momento de protagonismo. Nada más lejos de la realidad. Es, más bien, porque la monarca nunca defrauda con sus elecciones de calzado: las más cómodas y apetecibles de cara a todos los eventos de la temporada estival (y más allá).
La reina Letizia en 2024, durante un evento de Netflix y la FAD Juventud.Borja B. Hojas/Getty Images
La reina Letizia en 2025, en audiencia con los representantes de Proyecto Hombre, la Fundación Microfinanzas BBVA y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).Europa Press Entertainment/Getty Images
En esta ocasión, fueron unos unos salones slingback en tono nude firmados por Magrit los que remataban el look. Una elección modesta pero elegante, con un tamaño de tacón que la reina habitúa a lucir en diferentes tonalidades y formas desde que sufriera una lesión en uno de los dedos del pie tras golpearse contra una mesa en el Palacio de la Zarzuela, allá por abril de 2024. Pero que la altura del tacón no confunda a nadie; estos zapatos de salón siguen siendo una opción perfecta de cara a todos los eventos del verano —véanse BBC’s (bodas, bautizos y comuniones), cumpleaños, cenas en pareja o comidas en familia—. El porqué lo demuestran las instantáneas de Ortiz: el tono nude, además de convertirlos en un fondo de armario de lo más combinable, alarga visualmente las piernas; el tacón, aunque bajo, estiliza la figura y aporta el toque elegante y formal al look sin renunciar a la comodidad. Nada más que añadir, señoría.
Letizia en 2024 con sandalias planas con cristales de Swarovski, de Pedro García.Europa Press Entertainment/Getty Images
Letizia en 2025 con salones slingback en tono nude, de Magrit.Carlos Alvarez/Getty Images
Pero, además del vestido efecto vientre plano y los tacones cómodos que inspiraron este artículo, debemos hablar también del look beauty de la monarca; el broche de oro ideal a su estilismo de invitada perfecta. Muy en su línea de minimalismo y naturalidad, la reina optó por un maquillaje en tonos rosados que resaltaba el verde de sus ojos, y una melena al aire con ondas suaves y raya lateral. Porque si algo funciona, para qué cambiarlo. El toque final lo dieron sus pendientes de aro dorados que actuaban como punto de luz, y un anillo de Coreterno del que últimamente no se separa. Y listo. Sin artificios, sin excentricidades y sin pretensiones. Solo buen gusto, un vestido favorecedor y unos zapatos de tacón cómodo.