Jamás pensamos que las bragas a la vista darían el salto definitivo a las tiendas, pero ahí las tuvimos (y tenemos) como una propuesta integral en conjuntos de punto y otros acabados como el algodón. Así que no resulta extraño ver que en 2024 una de las microtendencias más insospechadas del verano estén siendo los bloomers. Con el auge de la lencería, firmas como Dolce & Gabbana incluyeron en sus colecciones estivales una especie de microshorts que se combinaban con sujetadores y ligueros.
Mujer en los años 20 con bloomers y sujetador.Found Image Holdings Inc/Getty Images
Bloomers de los años 80.PA Images/Getty Images
En esa línea, estos históricos culottes vuelven de la forma más purista que cabría esperar. No como esos pantalones feministas que se pusieron de moda entre finales de s. XIX y comienzos del XX ligados a la reforma del vestido femenino, sino más bien en su versión más corta y vinculada a la ropa interior. Aunque en fotos de los años 20 se puede encontrar como unos delicados pantalones con los bajos de encaje, su apuesta más literal consiste en una silueta con volumen ajustada mediante elásticos al muslo, como una prenda globo. Así propuso la pionera diseñadora norteamericana Claire McCardell parte de su ropa de baño: una de las principales responsables del ‘american look’ concibió bañadores y bikinis de cintura alta caracterizados por cierto abullonamiento a la altura de la cadera. Con los bloomers realzaba la figura femenina y le aportaba libertad de movimiento, pero siempre con cierto grado de discreción, ya que no marcaba esta parte del cuerpo.
A pie de calle, se pueden encontrar en Dolce & Gabbana o Isabel Marant prendas que siguen esta misma forma con volumen, aunque esta última le aporta un toque todavía más romántico gracias a las capas de volantes que incluía. En Zara la apuesta pasa más bien por unos culottes-bragas con ribete de encaje en el bajo.