La nueva declaración de estilo de Pamela Anderson: los colores pastel también tienen cabida en invierno
Durante toda la vida, el imaginario colectivo ha reservado los colores pastel para los meses cálidos: primaveras románticas y veranos suaves en los que el rosa empolvado o el azul bebé florecen tanto en el paisaje como en los armarios más predilectos. Esta vez, Pamela Anderson ha desafiado el calendario cromático con una propuesta inusual, refrescante y muy oportuna: el amarillo mantequilla como protagonista de un look otoñal.
La actriz acudía al programa Late Night con Seth Meyers con un conjunto que no sólo capturó todas las miradas, sino que abrió un nuevo capítulo sobre cómo reinterpretar los tonos suaves en estaciones tradicionalmente dominadas por los neutros, los oscuros y los terrosos. Su look, extraído directamente de la colección otoño-invierno 2025 de Gucci, fue toda una declaración de intenciones: los colores pastel no son patrimonio exclusivo de la primavera, también pueden arropar y sofisticar cuando el clima se enfría y los días se acortan.
Un ‘look’ informal entre el minimalismo y el maximalismo firmado por Gucci
La elección de Anderson fue un conjunto que contrastaba entre lo etéreo y lo estructurado a través de los tejidos que escogía con esa despreocupación perfecta que caracteriza el estilo italiano, la sprezzatura. Sacado directamente de la propuesta de la pasarela, la base estaba compuesta por una falda satinada en tono amarillo pastel con bajo de encaje añadía una textura delicada y que evocaba cierta nostalgia. Combinada con un cuerpo de cuello alto y manga larga abullonada en el mismo tono, generaba un efecto monocromático tan cálido como inesperado para la temporada otoño-invierno 2025-2026. Pero era la cazadora lo que daba ese giro inesperado al conjunto: una prenda de corte sartorial, de textura encerada y en color piedra, que daba estructura, poder visual y mucho carácter. Una fusión perfecta entre el minimalismo y el maximalismo.
La apuesta de Gucci por reinterpretar los tonos pastel en su colección de otoño también habla de un cambio más amplio en la industria. En un contexto en el que la moda tiende a la fluidez, a desdibujar etiquetas rígidas y a desafiar las expectativas, los colores pastel adquieren nuevas funciones. Ya no son sólo sinónimo de inocencia o romanticismo, sino también de poder.
Al conjunto, sumaba unas medias también en amarillo pastel, que prolongaban visualmente la silueta y conferían una continuidad cromática tan sutil como eficaz. La apuesta monocromática, lejos de resultar plana, cobraba dimensión gracias a la variedad de materiales y acabados. Las medias de colores se han convertido en un signo distintivo del estilo de la intérprete, que acude a ellas en numerosas ocasiones resolviendo en los looks que hoy son la fuente de inspiración de la que bebemos. Lejos de ser un simple accesorio, las medias de colores están reclamando su lugar como pieza clave en los estilismos de otoño-invierno. Olvidadas durante años o relegadas al terreno de lo excéntrico, regresan ahora como un gesto de estilo. El resultado, en el caso de Anderson, fue una silueta elongada, armoniosa y con un punto juguetón que contrastaba con la sobriedad habitual de los meses fríos.