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Así fue cómo comenzó una auténtica odisea –con final feliz– para conseguir el vestido de sus sueños. Llámalo la magia de las redes sociales o llámalo algoritmo, el vestido volvió a aparecer en el perfil de Instagram de Mónica, en una tienda de Los Ángeles, Timeless Vixen. «Rápidamente escribí a Lauren Lepire, una coleccionista especializada en piezas de archivo únicas. Fue encantadora, muy resolutiva y me acompañó en todo el proceso: me ayudó con las medidas, me contó la historia de la pieza y cuidó cada detalle. Me lo envió con todo el cariño del mundo y lo recibió mi padrino en Miami», desvela la estilista. Una vez el vestido de novia llegó a España, Chanel se encargó de limpiarlo y prepararlo con todo el mimo para el gran día de Mónica. “Fue muy emocionante ver cómo una pieza con tanta historia se transformaba en mi vestido de novia”, reconoce.
Si con este modelo vintage de Chanel Alta Costura sorprendía, Mónica Anoz ha hecho lo propio con su segundo look nupcial para la fiesta. La preferencia por este las bodas más relajadas ha incentivado que los clásicos looks nupciales se hayan transformado en modelos más contemporáneos, algo que ya se ha visto reflejado en las últimas propuestas de los diseñadores. De hecho, la estilista eligió un look de Chloé para como segundo estilismo nupcial, formado por un top y unos pantalones bombacho. “Quería llevar un aire más de fiesta y desenfadado, también hubo flechazo. Me enamoré de una creación de Chemena Kamali para Chloé, un diseño con un punto más bohemio que conectaba con una parte muy auténtica de mí. Lo pasé un poco mal porque llegó solo unos días antes de la boda, cuando ya estaba empezando a buscar un plan B… pero al final, todo encajó. Era perfecto”, explica Mónica sobre su look, lleno de encaje y transparencias al más puro estilo boho-chic. Combinó este segundo estilismo con unas de las cuñas de Chloé más virales de la temporada.
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