Los pantalones vaqueros en tendencia del otoño-invierno 2024-2025: un recorrido de los baggy a los pitillo
Si hay una palabra capaz de definir las tendencias de este otoño-invierno 2024-2025, es diversidad. Especialmente si hablamos de vaqueros. Incapaz de ajustarse a una sola apuesta, el street style picotea de todos los modelos posibles, juntando en una misma estación diseños tan antagónicos como los pitillo y los baggy. Empieza así a confirmarse una de las predicciones más temidas de la moda: el renacimiento de los jeans pegados, que amas u odias y tal vez prometiste no volver a vestir.
A su lado, otros con la misma habilidad para polarizar, como los pantalones que dejan a la vista el dobladillo, los cargo con múltiples bolsillos y el patchwork. Una visita a la década pasada y a los 2000 que no dejará a nadie indiferente.
Vaqueros pitillo (sí, han regresado)
El año pasado lo hacíamos oficial: la vuelta de los pitillos está asegurada. De forma lenta y aunque nos resistamos a ello, esta silueta ajustada es el equivalente a una camiseta blanca o a unas deportivas. Se trata de un básico al que antes o después regresamos, aunque la pregunta es si realmente llegaron a irse en algún momento. Este corte estrecho, mucho más aceptado y extendido en su equivalente de athleisure -Instagram y TikTok, pero también la realidad, están llenas de insiders que escogen leggings para su clase de pilates- está despuntando del mismo modo que lo conocimos.
A su favor, la versatilidad para formar parte de los estilismos más preppy, con bailarinas y blazers, así como en los looks más casuales. Una verdadera prenda todoterreno que, aunque genere prejuicios y pareciera superada, solucionará esos días en los que no sabes qué ponerte.
Jeremy Moeller/Getty Images
Vaqueros baggy y de tiro bajo: para las más nostálgicas
Una fotografía de los ángeles de Victoria’s Secret fuera del desfile, a principios de los 2000 y con sus vaqueros de tiro bajísimo, sería suficiente para explicar la moda de toda una época. Un pantalón arriesgado en el que juramos no volver a caer y con los que la comodidad pasaba totalmente a un segundo plano.