Sobre la pasarela, las prendas tomaron forma en movimiento, en diálogo con el cuerpo, en interacción con el espacio. En su debut con Balenciaga, Pierpaolo Piccioli quiso hacer ligeras las cosas más pesadas y hablar de la humanidad como un acto revolucionario, de respeto, de bondad, de tolerancia. Y con un trabajo de investigación sobre tejidos, formas y volúmenes, dio forma a su visión. En la colección primavera-verano 2026 de Balenciaga coexisten almas diferentes, distantes en la representación estética, pero similares por ser subversivas. Por un lado, la esencialidad de un maximalismo audaz en el uso del color y el romanticismo en los adornos; por otro, el rigor desencantado de un lenguaje vagamente gótico. Cuero y plumas, flores y detalles metálicos, faldas globo y chanclas, cazadoras bomber, pantalones sastre rectos y abrigos huevo, gafas de sol Mask Butterfly y bolso Le City (por primera vez en la pasarela), camisas blancas y verde brillante. Todos ellos son conexiones entre universos situados en extremos opuestos del espectro y que dan ritmo a su moderno guardarropa.
Lo que daba cuerpo a la arquitectura de las prendas no eran las estructuras, sino los cortes y las proporciones. Cristóbal Balenciaga había inventado en 1958 un gazar ligero de mano escultural, tejido con dos urdimbres y dos tramas, y Pierpaolo Piccioli lo reintrodujo con una doble capa de gasa y organza. Convirtió el neogazar en un método del proceso creativo, para transformar la ingravidez de la ropa en una actitud a la escucha de las personas y sus necesidades. «A menudo nos ocupamos de una belleza alejada de la realidad, pero hay una belleza que sucede en la vida cotidiana, y yo quería realzar una especie de cultura de las cosas reales», dijo. El vestido Sack, diseñado por Cristóbal en los años 50, era nueve veces más ligero que los vestidos más de moda de la época, y estaba pensado para quitar peso a los hombros de las mujeres. En esta colección, fue un punto de partida y de llegada: el nuevo director creativo de la casa de moda estudió su geometría y la aplicó al corte de los vaqueros o los chinos.