Son cinco las puertas de salida. Solo una es a la vez moralmente buena y políticamente viable. La primera es una pesadilla repugnante. Es la de Hamás, con patrocinio de Irán. Un único Estado islámico entre el Jordán y el Mediterráneo para sustituir y destruir a Israel. Los gazatíes conocen muy bien qué tipo de régimen implantaría. La temen las autocracias árabes, y la saudí la que más, pues extendería la hegemonía iraní hasta Jerusalén. Para Europa, es una versión islamista de su peor historia de antisemitismo secular, hitlerismo y genocidio. Puede interesarle a Putin, pero ni Estados Unidos ni Europa la permitirán.
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Una sorpresa para Europa: el mundo está cambiando | Opinión
Jue Jun 6 , 2024
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