Sale a la luz ‘The Life of Violet’ de Virginia Woolf, la recién redescubierta colección de relatos cortos de la escritora inglesa que sentaría las bases de ‘Una habitación propia’.
En su juventud, Virginia Woolf escribía relatos de fantasía que luego guardaba en un cajón, terriblemente avergonzada de haberlos escrito. Una vez los compartió con dos amigas, haciéndoles prometer que nunca se los enseñarían a nadie. «Sed mis únicos lectores», escribió en la carta que acompañaba a los relatos. «No lo mencionéis, ¡ved cuán presuntuosa soy! Y no lo enseñéis. Ya no recuerdo lo horrible que era, pero sé que habrá que reescribirlo dentro de seis meses, y no tengo intención de hacerlo». Tenía veinte años, aún no había publicado nada, y para ella la escritura seguía confinada a la dimensión privada de su pequeño dormitorio, del que no salía nunca. Ese año había creado una serie de relatos cortos inspirados en una amiga íntima, Mary Violet Dickinson: una mujer recordada por su imponente estatura y por el afecto con que cuidó de Woolf durante su segundo episodio de crisis nerviosa. Esos relatos, olvidados, rechazados, odiados incluso por su marido Leonard Woolf, han hecho un inmenso recorrido y hoy nos vuelven a llegar, reunidos en un volumen publicado en octubre, con el título The Life of Violet.
De qué trata The Life of Violet
Corría el año 1907 cuando comenzó a escribir estos relatos, una biografía en clave fantástica de su amiga. El tono de los relatos era satírico, visionario e incluso cómico, adjetivos que rara vez asociamos a Virginia Woolf. Imaginativos en argumento y escenario (uno, por ejemplo, sigue a dos dioses que llegan a Tokio a lomos de una ballena), los relatos tomaban como material de partida a la propia Violet: una chica bondadosa y alta que amaba la literatura y vivía en un jardín mágico donde había construido «una casita propia». En esas páginas Woolf sentó, sin saberlo, las bases de lo que sería, veinte años después, su manifiesto: Una habitación propia, el ensayo de 1929 en el que escribe que «una mujer debe tener dinero y una habitación propia para escribir novelas«. Una habitación que, de simple espacio imaginado, se convertiría en metáfora de la independencia, la justicia social y la libertad creativa negada.
The Life of Violet di Virginia Woolf
La historia del descubrimiento de ‘The Life of Violet’
Pero en realidad, como se ha descubierto recientemente, Woolf había vuelto a esos textos para reescribirlos. Ahora lo sabemos gracias a un hallazgo completamente fortuito: un manuscrito revisado que había permanecido oculto durante ochenta años en casa de un noble inglés. La académica Urmila Seshagiri, profesora de la Universidad de Tennessee, buscaba unas memorias inéditas que Mary Violet Dickinson había escrito sobre la infancia de Woolf. Se dirigió a la Elizabethan Residence de Wiltshire, donde se conserva parte del archivo Dickinson, para preguntar si guardaban alguna copia. La respuesta la dejó perpleja: sí, tenían las Memorias de la familia Stephen, pero querían saber si también estaba interesada en ver Friendships Gallery, un original mecanografiado por Virginia Woolf, corregido a mano por la autora.