Ni siquiera se había empezado a rodar la nueva American Love Story de Ryan Murphy y la caracterización de su Carolyn Bessette-Kennedy ya se calificaba como el mayor crimen de vestuario desde que And Just Like That trató de convencernos de que Carrie Bradshaw se pondría guantes de fregar, lo cual es interesante, teniendo en cuenta que Carolyn, icono entre iconos, debería ser un caramelito fácil de replicar para el equipo de figurinismo de la serie. Para empezar, nació 150 años después de la invención de la cámara, de modo que hay incontable documentación gráfica de la ropa que llevaba antes de su trágica muerte en 1999, a la edad de 33 años. También es una de las figuras más estudiadas de la cultura pop reciente, con libros enteros y cuentas de Instagram dedicados a ella y a descifrar su estilo. Y, quizá lo más desconcertante de todo, la mayoría de las piezas originales que llevaba siguen existiendo, por lo que cualquier departamento de vestuario con un proyecto entre manos puede examinarlas, inspirarse en ellas, recrearlas e incluso utilizarlas.
En otras palabras, no hay excusa posible que pueda justificar la primera imagen de la Carolyn de ficción que se ha hecho pública en internet. En ella, la actriz Sarah Pidgeon lleva un jersey de cuello alto negro a juego con unos pantalones pitillo (demasiado cortos) y un abrigo de poliéster tan pobremente confeccionado que parece que va a salir ardiendo con las luces del estudio. También hay otros problemas: el pelo está demasiado decolorado y lacio para que nos recuerde a los “mechones mantequilla” que Brad Johns –uno de los muchos arquitectos de la imagen de la socialite, aún vivo y disponible para cualquier consulta– creó para la original. Pero quizá lo más atroz de todo sea el bolso: un anodino Hermès Birkin 35, cuando todo el mundo sabe que Carolyn llevaba siempre el modelo 40. Otro post se burla de otros dos estilismos que no me molestaré en comentar, pero que han provocado la misma indignación: «Ella NUNCA se pondría estos looks«, «Esto es un crimen«.