El que más y el que menos ha sentido en algún momento la necesidad imperante de desconectar de redes sociales, notificaciones y WhatsApps. Tanto es así que la empresa que se encarga de fabricar los teléfonos Nokia, acaba de lanzar al mercado un teléfono ‘tonto’ –en contraposición con los teléfonos inteligentes–, con el que podemos llamar, recibir llamadas, SMS y poco más pero que ha causado un gran revuelo. Y es que el deseo de reducir nuestras vidas digitales y volver a tiempos más sencillos y manejables se hace más evidente si cabe al volver de vacaciones cuando, si somos de esos afortunados que hemos podido –sabido– desconectar durante unas semanas, podemos sentirnos aún más abrumados de lo habitual ante la sobrecarga de información y múltiples estímulos digitales. “Nuestro estilo de vida está marcado por la presión de ser altamente productivos ininterrumpidamente todo el año. No es de extrañar pues que, al regresar a la rutina, nos sintamos abrumados al retomar el ritmo acelerado, abordar la carga de trabajo acumulado y lidiar con la culpa de habernos desconectado durante las vacaciones”, señala Silvia Adriasola, coach experta el liderazgo y empoderamiento femenino. “Establecer límites es esencial para prevenir el agotamiento, evitar la frustración que surge al querer abarcar demasiadas cosas a la vez, mitigar la ansiedad y el estrés ante el exceso de responsabilidades y para mantener los hábitos saludables que hemos adquirido en vacaciones, esenciales para nuestra estabilidad emocional, salud física y mental e incluso para mejorar nuestra productividad a largo plazo”, asegura la experta.
Uno de cada tres españoles afirma que en su compañía no existen políticas de desconexión digital al salir del trabajo y en vacaciones, mientras que un 38% confiesa no contar con dichas políticas y un 16% dicen tener política de desconexión en su trabajo, pero no se cumple, tal y como señala el último ‘Informe de Tendencias en Beneficios para Empleados y Empleadas’ realizado por Cobee. Pero hay más porque, según el ‘Estudio de Retos y Tendencias en RR.HH. 2024’ de Pluxee, cerca del 80% de los trabajadores españoles dejaría de plantearse un cambio de empleo si se respetase el derecho a la desconexión digital en su empresa.
Para Adriasola, que las compañías tomen medidas que motiven a los empleados a la vuelta de vacaciones es fundamental. “El retorno al trabajo tras un periodo de descanso puede ser complicado para algunas personas. Con un enfoque adecuado, es posible evitar que su motivación disminuya. Algunas sugerencias podrían ser hacer hincapié en la flexibilidad laboral ofreciendo, por ejemplo, opciones de trabajo híbrido o remoto cuando sea posible. La flexibilidad en los horarios también puede ser un gran incentivo para una reincorporación escalonada; promover un inicio con calma y fomentar la comunicación, animando a los equipos a compartir sus experiencias durante las vacaciones para suavizar la transición y reforzando de esta manera el sentido de comunidad y el espíritu de colaboración; optimizar la escucha, preguntando a las personas cómo se sienten en el trabajo demostraremos que valoramos su bienestar; dar significado al trabajo cotidiano para crear un sentido de propósito y compromiso duradero fomentando la comunicación, estableciendo metas y objetivos alcanzables y realistas y reconociendo el trabajo bien hecho”, recomienda.
Pero la desconexión digital no solo depende de las empresas, los empleados también hemos de poner de nuestra parte porque, aunque cada vez estamos más concienciados de lo importante que puede llegar a ser el desconectar, todavía muchas personas responden llamadas, correos electrónicos o responden WhatsApps fuera de su horario laboral. “Para facilitar la transición a la vuelta de vacaciones y mantener el control podemos aplicar algunas estrategias. Es importante incorporar algunos beneficios adquiridos durante el tiempo de descanso, como poner en práctica una pequeña rutina de ejercicios o disfrutar del desayuno levantándonos un poco más temprano. También es importante el establecer orden y claridad; la sensación de control que nos proporciona el orden nos aporta bienestar, potencia nuestras capacidades y optimiza el uso del tiempo. Debemos enfocar las tareas de manera agrupada, lo que nos permitirá mantener el foco y optimizar la atención. Además, es mejor empezar por la tarea más desafiante primero. La técnica 1-3-5 nos dice que la productividad no es un juego de volumen de tareas, sino un juego de tareas correctas. Por último, reflexiona, evalúa y optimiza; asegúrate cada semana de dedicar un tiempo a revisar cómo te sientes respecto a tu carga de trabajo y optimiza tus estrategias si lo consideras necesario”.
¿Existe brecha de género en la desconexión digital?
“Según el último informe sobre desconexión digital de InfoJobs, el perfil que menos desconecta es hombre, de entre 45 y 65 años, con cargo de responsabilidad y más de cinco años en la empresa. Respecto a las mujeres, ellas se sienten en mayor medida en la obligación de responder (51%), mientras que la no desconexión en los hombres se debe más a las exigencias del propio puesto (39%)”, apunta Adriasola. “Algunas diferencias que acentúan la brecha de desconexión digital entre mujeres y hombres hacen referencia a que las mujeres tendemos a estar más conectadas digitalmente debido a roles de cuidado y otras responsabilidades, lo que puede dificultar nuestra desconexión durante las vacaciones (Universidad de Uppsala en Suecia); además, a menudo sentimos una mayor presión social para estar disponibles, lo que puede tener un impacto en nuestra capacidad para desconectar del trabajo (Harvard Business Review ). Pero hay más, porque tendemos a sentirnos culpables por no estar disponibles para el trabajo incluso durante las vacaciones, en comparación con los hombres, que a menudo tienen menos presión sobre su disponibilidad (Gallup). Por último, las mujeres manejamos el estrés laboral de manera diferente, buscando apoyo social, lo que nos hace más susceptibles a las interrupciones digitales durante nuestros días libres (Labor Studies Institute)”.