Por qué la humildad es uno de los aspectos característicos de todo buen líder

La humildad del buen líder

La confianza es la moneda de cambio del liderazgo, según afirma Margarita Mayo, psicóloga y divulgadora científica: “Sin confianza, no hay liderazgo y sin liderazgo no hay cambio”. Y parece ser que en esto –confianza y liderazgo– hay una gran carencia porque, según el barómetro de confianza de Edelman, solo el 52% de las personas confían en los líderes empresariales. Y necesitamos tener líderes a los que seguir, profesionales en los que depositar nuestras esperanzas para solucionar problemas y que sepan aprovechar las oportunidades. Pero ejercer el liderazgo no es tarea fácil ni todo el mundo puede ser líder, ya que no solo hace falta conocimiento, seguridad y pensamiento estratégico, también son necesarias otras cualidades que quizá han estado en la sombra durante todo este tiempo y que están relacionadas con las habilidades blandas, tales como la empatía, el trabajo en equipo o la humildad, protagonista de este artículo.

Empezando por el principio, conviene identificar con qué asociamos la humildad, ya que, como afirman Lourdes Bazarra y Olga Casanova, consultoras, expertas en aprendizaje y liderazgo, y socias directoras de ArcixFormación: “Muchas veces creemos que significa plegarse y sacrificarse, cuando en realidad tiene más que ver con la sencillez y con estar al servicio de la mejor solución; en servir y no servirte”. Por eso el liderazgo humilde es tan eficiente en el acompañamiento de los errores, porque los trabaja desde las evidencias y desde una reflexión que no busca culpables sino responsables que desarrollarán, a partir de él, mejores soluciones. Por tanto, se basa fundamentalmente en el acompañamiento de los equipos y de los profesionales en los procesos para hacérselos más fáciles.

Para ambas expertas, autoras del libro El liderazgo humilde de los mandos intermedios. Los que consiguen que las cosas se hagan, cambien, sucedan (ed. Narcea), el liderazgo que genera crecimiento y mejora es humilde por dos razones. Primero, porque está basado en el sentido de servicio, pone el foco en el proyecto y en facilitar que el talento de los profesionales haga real y valioso el proyecto. “El líder no busca el foco sino convertirse en el puente que facilita el avance, la mejora”, explican. Segundo, la humildad conecta muy bien con la etiología de la propia palabra, que habla del humus, la tierra. Y amplían: “El liderazgo es humilde porque sitúa los proyectos y las acciones en la tierra, en el mundo real”.

Por el contrario, cuando no hay crecimiento, y los equipos están estancados, es muy probable que al mando haya un líder más autoritario o arrogante. A lo largo de su trayectoria, Lourdes y Olga han observado que estos perfiles son aquellos que convierten cualquier proyecto en mediocracia, en gestión y en burocracia. También los propios del líder aspiracional, que solo generan imitación, convirtiéndose en el referente y también en el límite. Y es que no es efectivo liderar desde la autoridad y la soberbia, sí hacerlo desde la autenticidad y humildad. “No es la posición lo que hace al líder, sino el respeto y la confianza que genera en sus equipos”, expone Margarita Mayo.

Aprender a ser un líder humilde

¿Cómo hacerlo? Lo primero y más importante es partir del autoconocimiento (tener conciencia de uno mismo, de los hábitos, de las relaciones y de los puntos fuertes y débiles). En este proceso jugará un papel fundamental el aprendizaje, que es, en sí mismo, un acto de humildad porque supone reconocer las propias limitaciones o que el éxito depende del talento de muchos, no de uno solo. “Para ser un líder excepcional no tienes que conocer todas las respuestas, sino saber hacer las preguntas adecuadas a las personas correctas”, expone Mayo.

Al autoconocimiento se deberían sumar otros aspectos importantísimos como son el equilibrio personal y emocional, la curiosidad profesional y la generosidad. Un camino enriquecedor para el individuo que se ha de recorrer con el objetivo de que cada miembro del equipo desarrolle su potencial. “Porque lo que se busca no es ser mejores, sino hacer posible lo mejor y no dejar de aprender para hacerlo posible. Y cuando esto se hace bien, los profesionales superan con su talento al del líder”, explican Bazarra y Casanova.

Los beneficios de practicar este tipo de liderazgo son numerosos, tal y como demostraron Zenger y Folkman en una de las investigaciones más importantes sobre liderazgo a nivel mundial, ya que los resultados reflejaron que los líderes extraordinarios multiplicaban las ventas y beneficios de sus empresas, además de generar un mayor compromiso por parte de los empleados. Dentro de ese modelo de “líderes extraordinarios” sería la humildad una de las piezas clave de su carácter, junto con otros atributos como la cercanía, la resiliencia, la honestidad, el autoconocimiento y autodesarrollo, la confianza en los demás y el trabajo en equipo.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

KAKTUS EINARSSON: “LOBSTER CODA”, NUEVO Nº1 DE PLASTICOS Y DECIBELIOS

Vie Nov 22 , 2024
Comparte en tus redes sociales Este álbum de synthpop cuidadosamente arreglado es el intento de Kaktus Einarsson de re conectarse con el mundo después de que el hombre, que también es el cantante de la banda Fufanu, quedara temporalmente paralizado tras una convulsión relacionada con el estrés. El island tiene […]

Puede que te guste