El papel de Romy en Babygirl, su última película, le valió el favor del jurado del Festival de Venecia. Kidman no podía recoger el reconocimiento por el fallecimiento de su madre, pero el gesto ya estaba hecho. La cita italiana había galardonado una actuación –que podría llegar a los Premios Oscar 2025– como pocas veces se han visto en una actriz comercial que en ocasiones recordaba, desde la óptica de Hollywood, a la de Isabelle Huppert en Elle. Pero es que Kidman no es comercial. O no solo comercial. En su filmografía están los mejores directores, también aquellos con deriva autoral. Y en los últimos años, además, las mejores directoras. La mencionada Babygirl la dirige Halina Reijn, la mente tras la divertidísima Muerte, muerte, muerte; pero no es la única. Nicole Kidman verbalizó su deseo de apoyar a las cineastas, tal y como volvió a contar en una edición reciente de The Graham Norton Show. Su deseo en un primer momento pasaba con rodar a las órdenes de una mujer cada dieciocho meses. En siete años, lo ha hecho con quince.
La espantosa Un asunto familia o la convencional La pareja perfecta no han hecho mella en un 2024 en el que la crítica se acordará de Babygirl, pero no de las otras dos producciones –en las que a buen seguro, sobre todo en la primera, se lo pasó en grande– . Nicole Kidman, además, se atreve con todo en el filme. Eso enlaza con otra de las perlas que ha dejado en sus últimas entrevistas: “Que hagan de mí el meme que quieran, sería capaz de cualquier cosa por el cine”, reconocía en una conversación reciente. Tanto es así que la actriz ha dado su beneplácito a una segunda parte de Prácticamente magia, uno de aquellos papeles que interpretó cuando empezaba a despuntar, pero también una de sus peores películas a ojos de la crítica. De culto años después, su protagonista sabe que la industria demanda cosas que funcionen y a tenor del revuelo que ha provocado solo el anuncio del rodaje, es más que probable que esta cinta lo haga. Si trabaja tantísimo es porque sabe que sus producciones funcionan y así asegura el trabajo de muchos otros. Ella misma lo ha dicho.
Su próxima película a las órdenes de una mujer, por cierto, llegará antes de lo esperado. En 2025 se estrena Welcome to Holland, el nuevo proyecto de Mimi Crave. La cineasta fue la encargada de dirigir Fresh, así que lo que haya podido salir de su mente será de todo menos convencional. Nada nuevo para Nicole Kidman.