Amazing Grace es una joya perdida, que se ha conseguido recuperar a casi cincuenta años después de su grabación. Una rara avis del audiovisual en el que vemos a Aretha Franklin en la cumbre de su carrera dispuesta a interpretar todos los temas del álbum de góspel más vendido de todos los tiempos: Amazing Grace.
Fue Sidney Pollack quien tuvo el encargo de grabar con cámaras lo que aconteció en una iglesia de Los Ángeles con un centenar de personas del público y el coro que acompañó a Franklin.
La mala fortuna hizo que las veinte horas de metraje que de allí resultaron no se pudieran montar tras su grabación, pero, en 2008, y a la muerte de Pollack, el productor musical Alan Elliott recogió todo el material y utilizando innovaciones técnicas del siglo XXI pudo conseguir dotar de sentido a las imágenes.
Amazing Grace se estrenará en la sección Perlak, del Festival de Cine de San Sebastián, y llegará a los cines el próximo 4 de octubre. Una buena manera de homenajear a la cantante cuando se cumple un año de su muerte.