Psoriasis cómo entenderla desde el bienestar general: “Todas las enfermedades inflamatorias de la piel conllevan problemas que trascienden lo cutáneo”

¿Qué es la psoriasis?

El verano británico es cruel: la promesa de sol es tan grande que, la mayoría de veces, la decepción es aplastante. El año pasado fue especialmente descorazonador: fue de hecho el más frío desde 2015. Todo el mundo estaba triste menos yo, que me sentía terriblemente aliviada. El mal tiempo es sinónimo de mangas largas y pantalones sueltos, faldas vaqueras por el tobillo y camisas over- size. Sobre todo, afortunadamente, nadie desea ni necesita llevar los brazos o las piernas al aire, ni enseñar espalda ni escote. Y lo más importante para mí del último verano es que me permitió ir completamente tapada sin suscitar preguntas (“¿No tienes calor con eso?”) y ocultar mi piel todo lo posible.

Fue a mediados de julio, justo dos semanas después de volver de unas vacaciones en Grecia, cuando me vi aquello por primera vez: un rastro de puntos rojos y abultados, algunos del tamaño y el color de una quemadura de cigarrillo. Recuerdo observarme el brazo y pensar: “Uy”. Enseguida me bullía una sensación de pánico desde el estómago porque ya había visto antes estas ronchas: unos 15 años antes, a mis veintipocos, me salieron de repente y se multiplicaron furiosas por toda la espalda. Cuando fui a consultar qué narices me estaba pasando con un médico de familia muy amable pero poco resolutivo, buscó en un manual y suspiró tristemente: “Tenía la esperanza de que no fuera esto”.

Con “esto” se refería a la psoriasis guttata, una variante de esta enfermedad crónica de la piel que se manifiesta en forma de pequeñas manchas escamosas, fruto de una producción celular acelerada, y que afecta aproximadamente al ocho por ciento de los cerca de 125 millones de personas que lidian en el mundo con este mal en cualquiera de sus formas. Su apellido en latín, casi poético, plasma la forma de “gota” de estas lesiones que tienden a salpicar tronco, brazos y piernas, pero que a veces invaden cualquier zona (cuero cabelludo, manos, cara). Suele afectar más comúnmente a niños y adultos jóvenes tras una infección de garganta (yo acababa de tener amigdalitis) y los brotes pueden durar semanas, meses o incluso alargarse más antes de empezar a remitir. No hay cura.

Psoriasis: algo que no puedes detener

“Solo el sol, ese dios viviente, tiene verdadero poder sobre la psoriasis”, escribió el gran novelista estadounidense John Updike en el ensayo At War with My Skin [En guerra con mi piel], que publicó en The New Yorker en 1985. Como sabe cualquiera que lo sufra, tiene razón: los rayos UVB ralentizan el frenesí celular. Y más allá de retozar bajo la luz sanadora del astro rey –difícil en mi país natal–, los tratamientos tópicos son limitados e ineficaces. Además, como descubrí, suelen ser tediosos: las espesas y grasientas cremas con receta médica, en sus horribles tubos de plástico de tamaño industrial, se extienden fatal y se absorben peor. A su vez, la sustancia viscosa para el cuero cabelludo no se lava bien y su “sugerente aroma”, como bien apuntaba Updike, “me envolvía de una tremenda vergüenza”. Y no nos engañemos: cuando de piel se trata, la vergüenza abunda.

La estilista de moda Tallulah Harlech también entiende muy bien “lo incapacitante” que es que tu cuerpo “haga algo que no puedes detener”, como me cuenta al teléfono cuando la llamo en busca de consejo. Padece psoriasis guttata desde los nueve años, así que lleva toda una vida “vistiéndose a escondidas” y “haciendo gimnasia siempre al fondo de la clase”. Hace poco, fundó Sylva, una marca de moda diseñada específicamente para personas con psoriasis. Pionera en utilizar fibras que respetan al máximo la piel, ha creado una colección cápsula de prendas de lujo que se adaptan a todas las ocasiones y cubren el cuerpo sin perder estilo.

¿Cómo se manifiesta la psoriasis en el cuerpo?

Una semana después del primer contacto visual, cientos de “gotas del infierno”, como las llama Harlech, me ametrallaban todo el cuerpo. Y aunque desde que me diagnosticaron la enfermedad nunca había estado libre de psoriasis, jamás me había atacado con tanta virulencia. Me hallaba en negación total: ¿no sería otra cosa? ¿Algo tratable? Pero entonces repasé mentalmente aquella semana en Grecia y, cómo no, las primeras noches que pasé en vela con la garganta tan irritada como si me hubiese tragado una lima oxidada. También, los meses previos, marcados por un angustioso duelo y una lesión de cuello insoportable que me impidió dormir en condiciones durante semanas. Sin olvidarme tampoco de mi bebé de 18 meses y el inmenso agotamiento que impone conciliar la crianza con un trabajo a jornada completa. Y sí, bebí demasiado alcohol. Y sí, supongo que, en realidad, esto era una reacción absolutamente razonable a todas mis movidas: puro estrés “a flor de piel”.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

Communication Options at Marvel Gambling

Sáb Sep 6 , 2025
Comparte en tus redes sociales Marvel Casino offers a variety of communication options to improve player assistance. Players can select from live chat for instant assistance, email for thorough inquiries, or phone assistance for personalized interaction. Social media networks keep players involved with timely updates and community discussions, while a […]

Puede que te guste