El manager de Richard Ashcroft ha revelado cómo el compositor logró recuperar los derechos de The bitter sweet symphony, que era el remedo de un viejo arreglo de The last time, orquestal, de The Rolling Stones .
John Kennedy, uno de los abogados que Ashcroft contrató el año pasado, mostró una luz sobre el proceso de acercamiento a Mick Jagger y Keith Richards para el retorno de los derechos de autoría del famoso tema.
Y, primero recuerda: «Los compositores a menudo hablan de sus canciones como si fueran sus hijos y que te quiten uno de tus hijos fue brutal para Richard. Lo ha soportado, no siempre con paciencia o en silencio, pero ha sido terrible para él».
Los Stones ganaron los derechos de publicación de la exitosa canción de The Verve, en 1997, cuando el ex manager de los Stones, Allen Klein, quien controla todo el material de los Stones, desde 1963 hasta 1971, demandó a la banda de Britrock por su muestra de una grabación orquestal de Andrew Loog Oldham.
Ese fragmento provino de una versión orquestal de la canción de 1965 de The Rolling Stones, The last time, que Oldham grabó para el álbum The Rolling Stones Songbook.
Aunque The Verve había obtenido el permiso para incluir cuatro segundos de la grabación de Oldham del titular de los derechos, Decca Records, Klein sostuvo que no habían obtenido la autorización de publicación para la composición original de Jagger y Richards.
La demanda se resolvió fuera de los tribunales y todos los derechos de publicación y regalías de The bitter sweet symphony se destinaron a la compañía de Klein, ABKCO. Jagger y Richards también recibieron créditos de composición.
Y, recuerda Kennedy: «Ese fue uno de los tratos más difíciles en la historia de la música. Ashcroft solo recibió 1,000 dólares en dinero por la publicación de The bitter sweet symphony, que se pagó como parte del acuerdo de liquidación. Se estima que los ingresos totales de publicación de la canción a lo largo de los años asciendían a casi 5 millones de dólares».
A principios de 2019, el otro abogado de Kennedy y Ashcroft, Steve Kutner, se acercó al actual jefe de ABKCO, Jody Klein, hijo de Allen Klein, quien falleció en 2009, por el tema de The bitter sweet symphony. A sugerencia del joven Klein, se reunieron con Joyce Smyth, la mánager de los Rolling Stones, quien aceptó hablar personalmente con Jagger y Richards.
Kennedy pensó que «el resultado más probable era que nada sucediera». Pero, en abril, él y Kutner recibieron una llamada de Smyth transmitiendo el acuerdo de Jagger y Richards para devolver los derechos y su parte de las regalías a Ashcroft, y para que sus nombres fuesen eliminados de los créditos de escritura de la canción.
«Steve y yo casi lloramos porque sabíamos lo que esto significaría: la afirmación absoluta de que The bitter sweet symphony fue totalmente obra creativa de Richard».
Ashcroft hizo públicas las noticias en los Premios Ivor Novello, en mayo, donde fue reconocido por sus destacadas contribuciones a la música británica. Allí habló sobre Jagger y Richard: «Este extraordinario y afirmativo giro de los acontecimientos fue posible gracias a un gesto amable y magnánimo de Mick y Keith, quienes también acordaron que están felices de que el crédito de escritura excluya sus nombres y todas las regalías derivadas de la canción ahora pasen a mí».