He aquí la respuesta a la pregunta del millón estas semanas: ¿Qué me pongo para la cena de Navidad del trabajo?
Lo sabemos, no es fácil responder a la pregunta de qué me pongo para la cena de Navidad de mi empresa. Esos momentos en los que no queremos llamar la atención demasiado, pero tampoco desaprovechar un look cuidado, queremos ir cómodas sin perder un ápice de estilo y, por qué no decirlo, utilizarlos como la excusa para usar esas piezas que no tienen cabida de forma habitual a lo largo del año.
Las tendencias de esta temporada otoño-invierno 2024-2025 llevan un denominador común: la comodidad. Esa característica, a veces olvidada, se eleva como el principal motor que nos anima a decantarnos por una pieza o por otra y, por consiguiente, a crear un look u otro diferente. Las americanas, los bolsos más especiales, los pantalones de pinzas, los zapatos de abuela e, incluso, los vaqueros son algunas de las prendas que utilizamos a diario que podrían protagonizar tus looks de fiesta.
Todo lo que debes saber para lidiar con el estrés laboral de forma diaria:
Estas son los claves que debes de tener en cuenta para sentirte cómoda en este tipo de eventos
- En primer lugar, mantenerte en tu zona de confort estilística es muy buena opción para evitar posibles pensamientos intrusivos. ¿Qué significa esto? Que vistas como lo haces de forma habitual, sin excederte en experimentaciones que puedan suponer un riesgo muy elevado y que atenten contra tu comodidad, es decir, que si nunca llevas tacones altos al trabajo, que tampoco lo hagas a la cena. Si usas americana y ropa de color negro casi diariamente, una cena de Navidad también es momento para darle un giro de tuerca a tus looks e incorporar piezas como cinturones o pendientes especiales que le den el toque diferencial.
- Sí a los brillos, pero en su justa medida. Aunque la tendencia por excelencia cuando se acerca Navidad es optar por el brilli-brilli, estas texturas y tejidos pueden convertirse en una verdadera pesadilla cuando abusamos de ellos en ciertas ocasiones y hasta objeto de burla. Lo más importante es elegir algo que nos guste y que te haga sentir tú misma. Si tu estilo tiende a lo grandilocuente y lo exuberante, no temas, sé fiel a ti misma. Si nunca llevas este tipo de colores o tejidos, deja que protagonicen tus accesorios o simplemente opta por ignorarlos. No hace falta llevar lentejuelas para vestir bien estas fiestas.
- Comodidad ante todo. Puede que las zapatillas sean demasiado urbanas para un evento de este calibre, pero las bailarinas o los tiny kitten heels son perfectos para sobrevivir a la jornada laboral y alargar el día hasta la cena sin tener que volver a casa. Tampoco es necesario recrear grandes estilismo con escotes incómodos o de tejidos como el satén poco apetecibles cuando bajan las temperaturas. Inclínate por ellos sí solo sí te sientes cómoda llevándolos. Nos agradecerás este consejo.
- Inversiones a largo plazo. Una cena de Navidad puede ser la excusa perfecta para invertir en esa americana de corte impecable en la que llevas pensando meses. Opta por prendas atemporales en las que merezca la pena gastar el dinero para poder usarlas a posteriori.