«Quería que la gente me quisiera». Cómo el peor día en la vida de James Gunn acabó dándole una lección vital para el resto de su carrera


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Como espectadores aún cuesta un poco cambiar el chip entre el James Gunn de Marvel y el de DC. En cuestión de unos años, el cineasta macarra de ‘Guardianes de la Galaxia’ se ha acabado convirtiendo en el nuevo mandamás de la casa comiquera rival, encabezando como primer proyecto nada menos que a ‘Superman’, el superhéroe por antonomasía cuyo significado de ser punk es ser bueno con los demás.

Si le preguntásemos a él, sin embargo, esa transición la tendría muy clara. Entre ambos proyectos se encuentra el momento más bajo de su carrera, ese día en 2018 en el que fue anunciado su despido de Marvel. ¿La razón? Viejos tweets de humor negro y dudoso gusto lanzados en una época en la que se sentía todo un provocador, y donde había empezado a cabrear a políticos conservadores. En una reciente aparición en el podcast de Armchair Expert con Dax Shepard, Gunn rememoró el momento en el que creyó que lo había perdido todo.

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«Joder, no me gusta hablar de esto. Me doy cuenta ahora de que estamos hablando de ello, que no me gusta nada. Pensé que mi carrera se había terminado. No pensé que iba a hacer un centavo más en esta industria. Pensaba que iba a tener que agarrarme a todo lo que me quedase, que no era para nada lo mucho que pensé que sería, para que me durase el resto de mi vida y vivir una vida muy frugal.»

El problema iba más allá de lo puramente profesional, Gunn le cuenta a Shepard que sintió entonces que se había pasado toda su vida proyectándose únicamente en la opinión de los demás. «Me di cuenta de que todo lo que había hecho era ser rico y famoso para que la gente me quisiera. Quería que la gente me quisiera. No era para ser un buen creativo, sino para sentirme aceptado».

Supesdown
Supesdown

Ese cariño acabó llegando de cualquier manera más pronto que tarde. Tras el aluvión de insultos, tanto de sectores conservadores como del resto, le sorprendió volver a sentir el calor de los fans en la Comic Con de Brasil, con miles de personas coreando su nombre, aunque lo más importante para él fue recibir el apoyo de sus familiares y amigos cercanos. Algunos amigos de Gunn llegaban muy alto, con ejecutivos de Marvel como Kevin Feige luchando por recuperar su puesto y eventualmente consiguiéndolo, y con Warner ofreciéndole el trabajo no solo de dirigir ‘Superman’ (una cuenta pendiente que tenía con DC) sino de llevar el cotarro.

«Y me fui a dormir esa noche pensando: ‘este empezó como el peor día de mi vida pero creo que en realidad es el mejor día de mi vida‘. Porque aprendí que no necesito bailarle el agua a nadie hasta que se me vean los huesos de los dedos de los pies para gustarle a la gente.» Si acaso, la experiencia consiguió que Gunn volviera con más fuerza que nunca y con una mentalidad renovada. Aún así, en entrevistas Gunn ha insistido desde entonces que él no es el equivalente al Feige de DC, ya que su puesto es eminentemente creativo y sus labores ejecutivas se comparten con Peter Safran, productor con el que lleva colaborando desde hace más de una década.

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