Relación kármica: ¿amor predestinado o jugarreta del destino?
Desde el momento en que te encuentras con esa persona, sientes como si la conocieras de antes. Hay una conexión instantánea, casi como atraídos por una fuerza invisible. Es embriagador, adictivo y lo consume todo. Te preguntas: ¿Es mi alma gemela? ¿Mi amor verdadero? ¿Mi media naranja?
Entonces, de repente, la dinámica empieza a cambiar. Todo lo que sube tiene que bajar y la magia inicial empieza a desvanecerse. Las discusiones aumentan. Se suceden las reconciliaciones, pero no hay avance. El patrón se repite en un ciclo interminable que nos deja exhaustas, desorientadas y con el corazón roto.
Este tipo de romance es lo que mucha gente del mundo New Age y metafísico denomina una relación kármica. Suele caracterizarse por una atracción inicial tan fuerte que parece predestinada, pero que acaba volviéndose difícil, voluble o, como mínimo, muy confusa.
«Cuando vemos o experimentamos una relación intensa y cargada de drama, a menudo lo llamamos amor, pero no lo es», explica la coach espiritual Christina Lopes en su pódcast sobre el tema. “Lo más probable es que este tipo de relación sea lo que se conoce como relación kármica, y la mayor verdad sobre ellas es esta: más te vale salir pronto de ahí».
Pero ¿qué es una relación kármica? ¿Son siempre tan destructivas? Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre las relaciones kármicas, explicado por psicólogos y expertos espirituales.
La ley del karma
Aunque el término relación kármica no se utiliza estrictamente en psicoterapia –ni en ninguna religión–, tiene antiguas raíces espirituales. Como habrás adivinado, el término deriva del concepto de karma que incorporan ciertas religiones orientales como el budismo y el hinduismo.
En pocas palabras, según estas fes, el karma es la creencia de que nuestras acciones y comportamientos tienen consecuencias, y que estas tendrán un efecto sobre nuestra vida presente, pero también sobre las siguientes. Por lo tanto, muchos creen que una relación kármica sería la manifestación de asuntos pendientes de una vida pasada: dos almas que se reencuentran para zanjar lo que habían dejado a medias. Otros creen que una relación kármica consiste simplemente en recoger lo que hemos sembrado. «Se trata de la ley de acción y reacción», explica Priscila Lima de Charbonnieres, astróloga, autora, coach y fundadora de la aplicación Soulloop: «Por cada acción, atraemos una reacción compatible, ya sea positiva o negativa».
¿Qué es una relación kármica?
Dicho esto, no existe una definición precisa de relación kármica: el término se ha popularizado en las últimas décadas y no puede atribuirse a una única fuente. De hecho, muchos expertos afirman que todas las relaciones que mantenemos pueden considerarse kármicas: «Nadie entra en nuestra vida por casualidad», afirma Lima de Charbonnieres. «Atraemos a nuestro campo energético a personas con frecuencias compatibles y complementarias. Las relaciones kármicas son el resultado de la ley de la atracción, y cada relación tiene elementos kármicos a distintos niveles».