Los nigiris son, sin duda, la estrella indiscutible de su carta: el de salmón trufado y el de anguila con foie y manzanas son imprescindibles. Como platos para compartir, las Gyozas mar y tierra son todo un acierto, al igual que los Yakimeshi ponja –un arroz al wok con costillas cocinadas a baja temperatura y salsa tonkatsu–. “Simplemente, wow», sentencia Gándara.
Dispatch
No hace falta ir a un restaurante con estrella Michelín y cocina de autor para celebrar una ocasión especial. Las hamburguesas, el pollo frito o un buen sándwich de pastrami pueden ser protagonistas de una cena de altura. Y, como ejemplo, Dispatch, el proyecto Nicolás Bejarano en Chamberí que, en pocas semanas, se ha consagrado como el templo del sándwich de pastrami en la capital (porque, sinceramente, no hay otro igual).
En su carta solo hay cuatro productos: hamburguesa, pastrami, pollo frito y patatas fritas. Eso sí, sus elaboraciones son todo menos comida rápida. Tal y como anuncian en su perfil de Instagram, en la cocina de Dispatch elaboran el 98% de los ingredientes. Nuestro consejo es que vayáis y lo probéis todo (sí, todo) y lo maridéis con alguno de los vinos (cuidadosamente seleccionados) que ofrecen en su carta. Y, para terminar, indispensable probar su mousse de chocolate, elaborado con el cacao que ellos mismos tuestan y procesan. Querréis volver una y otra vez.
Persimmons
Si es una primera cita u os estáis conociendo y buscáis un lugar íntimo, con buena música, una propuesta gastronómica especial y un ambiente agradable, Persimmons es vuestro sitio. Se trata de un nuevo restaurante y coctelería de influencias georgianas en el barrio de las Salesas. Un espacio donde la carta líquida, con elaboraciones a base del destilado tradicional Chacha, cobra protagonismo –el Kokhta, con frambuesa fresca y lima, es uno de nuestros favoritos–.
