Rubio recesión: cómo la incertidumbre económica impulsó la última tendencia en tintes de pelo

Tanto si hay algo de cierto en estos indicadores como si se trata de meras coincidencias, ha habido muchos momentos históricos en que las tendencias de moda y belleza han augurado una recesión económica. De ahí el Índice Hemline, una teoría creada por el economista George Taylor en 1926 que sugiere que la longitud de las prendas está estrechamente relacionada con la marcha de la economía. Los bajos más cortos indicarían una época de prosperidad (pensemos en los locos años 20 y el vestido de flapper o en los años 60 y el nacimiento de la minifalda), mientras que la siluetas largas derivan de lo contrario (los vestidos y pantalones hasta el suelo dominaron la moda durante la Gran Depresión). En 2009, los medios de comunicación estadounidenses acuñaron el término pelo de recesión’ para ilustrar cómo muchas personas renunciaban a acudir regularmente a la peluquería a raíz de la masiva caída bursátil de 2008. Ahora, en 2025, TikTok va un paso más allá atreviéndose a acuñar un color de pelo concreto: el rubio recesión.

Aunque la recesión económica como tal aún no se ha declarado oficialmente a ningún lado del charco, el panorama en Estados Unidos –con el mercado de valores en caída libre, muchas industrias enfrentándose a despidos masivos y la guerra comercial, entre otros factores– está empezando a repercutir, dentro y fuera de sus fronteras, en cómo queremos (o debemos) gastar nuestro dinero. Como ocurrió durante los confinamientos de la pandemia, las rutinas capilares son una víctima más de la incertidumbre económica.

¿Qué es el «rubio recesión»?

El rubio recesión (o moreno recesión) se refiere al tono diferente, más oscuro, más castaño, que toma el cabello al dejar crecer las raíces naturales. Esta mezcla de tonos matiza el dorado luminoso y uniforme de las habituales coloraciones rubias. Las usuarias de TikTok explican que, aunque pueda parecer «un rubio caro», dejar crecer las raíces naturales en realidad indica cómo la economía está afectando a sus hábitos de gasto: muchas personas están optando por no acudir a retocarse del tinte para ahorrar dinero.

Aunque el coste sigue dependiendo de dónde te tiñas, el mantenimiento del cabello rubio puede suponer un gran desembolso y, a menudo, la opción más cara. “Ser rubia conlleva mucho compromiso y hay muchísimos métodos diferentes para llegar al resultado deseado”, nos dice la colorista Jenna Perry. «Un proceso en dos pasos, para un rubio muy decolorado, es de los más laboriosos para el colorista y crea rubios en bloque de mucho impacto. Las mechas suelen resultar más naturales, aunque a veces el aspecto es menos pulido. Una aplicación experta se asemeja a la de un buen pintor y [el coste] también varía en función de la maestría de tu colorista».

Olivia Casanova, colorista y copropietaria del salón IGK, lo suscribe. En sus salones, situados en el Soho y en el Upper East Side de Manhattan, las mechas rubias y los retoques pueden oscilar entre los 200 dólares (cantidad similar en euros) si te atiende un colorista junior y los 600 de un colorista senior. Los tratamientos de color que exigen menos mantenimiento, como las mechas que enmarcan el rostro o las mechas parciales, están bastante más abajo en la tabla de precios, pero aún así, dice Casanova, depende de las circunstancias. «Aproximadamente, puedes ahorrarte entre 100 y 300 euros por sesión en comparación con un rubio de alto mantenimiento», dice. «De nuevo, esto depende de tu color natural de pelo, del objetivo deseado y del colorista al que acudas, etc.».



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