La marca de coches Santana calienta motores para volver al mercado desde su histórica planta de Linares (Jaén). Tras decretar su cierre en febrero de 2011, la firma española fundada en 1956 ha enseñado este lunes el modelo con el que planea resucitar: la pickup Santana 400, que contará con versiones diésel e híbrida enchufable. Esta última ofrecerá una autonomía en eléctrico de 120 kilómetros y hasta 1.000 kilómetros sumándole su motor de combustión. Esto significa que, en caso de que se aprueben nuevos fondos para el programa Moves de ayudas a la compra de electrificados, un comprador de la Santana 400 pueda acceder al mismo nivel de ayudas que se le da a un eléctrico, debido a su alta autonomía en modo cero emisiones.
Este vehículo, que tendrá unas grandes dimensiones (5,49 metros de longitud, 1,96 de ancho y 1,95 de altura) es un tipo de coche más propio de mercados como el estadounidense que del europeo, donde priman los autos de menor tamaño. “Ambos vehículos [las versiones diésel e híbrida enchufable] han sido concebidos para dominar cualquier superficie (…) con más de 1.100 litros de volumen útil, más de 800 kg de carga y hasta 3.200 kg de capacidad de remolque”, ha explicado la compañía en un comunicado.

“La versión 400D se ofrecerá con transmisión manual o automática, y diferencial delantero y central, así como bloqueo electrónico de diferencial trasero opcional. Es un modelo pensado para quienes buscan robustez, simplicidad mecánica y bajo coste operativo, manteniendo las mismas capacidades todoterreno y la practicidad del diseño de doble cabina con capacidad para cinco pasajeros y completo equipamiento con las últimas tecnologías y asistentes a la conducción incluidos de serie”, ha añadido la empresa.
La vuelta al mercado de Santana será posible gracias a su pacto con las chinas Zhengzhou Nissan Automobile y Anhui Coronet Tech, un tipo de contrato similar al firmado por Chery y la española EV Motors para resucitar la marca Ebro en las instalaciones de la antigua Nissan Barcelona, donde también se harán modelos de las propias marcas de Chery. En el acuerdo sellado en abril, Santana informó de una inversión de cinco millones de euros y de la creación de 150 empleos en producción y 50 administrativos, aunque serán cifras que muy probablemente irán creciendo con el pasar del tiempo. En cuanto a su red de venta, Santana ya ha alcanzado acuerdos con 40 concesionarios de España, Andorra, Italia, Portugal y Gibraltar.
La reapertura de la histórica fábrica supone el final de un episodio traumático para Linares y Jaén. Una región que vio cómo hace 14 años se bajaba la persiana de una planta —propiedad de la Junta de Andalucía tras la salida de Suzuki en 1995—, que por aquel entonces perdía más de 270 millones de euros.
