Jenna Ortega, gracias a Miércoles –y al method dressing, al que se ha entregado por completo- es esa estrella que hay que tener en cuenta para la próxima temporada. El goth girl summer que ya acuñamos en verano se alargará hasta la estación fría, para elevar la estética gótica y actualizarla. Estos aires, de hecho, ya llegaron a las pasarelas hace unos meses con Balenciaga, Christian Dior, McQueen, Versace o Valentino, que confirman en sus propuestas que la moda será igual de sombría que en la ficción de Tim Burton.
Ahora la intérprete se encuentra en Nueva York (todavía como parte del tour de prensa de Miércoles, que ha ocupado gran parte de su verano), y ha sido aquí donde ha confirmado que, efectivamente, vamos a querer replicar todo su armario en cuanto bajen las temperaturas.
Sus últimos estilismos ya marcaban la pauta: el abrigo de pelo y las botas altas marrones de Fendi que lució en Sídney o la terrorífica camiseta de Simone Rocha que vistió en Seúl, ejemplos de que no hace falta comprometerse con un único color para trasladar esta esencia oscura a cualquier conjunto. Aun así, en la Gran Manzana se ha rendido ante un look enteramente negro: indicativo de que la mayoría de las compras que hagamos en septiembre estarán marcadas por este último.
Además, este outfit es toda una guía para acertar en entretiempo: lo único que necesitaremos, según Jenna Ortega, es mezclar prendas veraniegas con otras propias del otoño, que aporten abrigo y sirvan para equilibrar los diseños más cortos.
Para ello, la actriz optaba por una chaqueta con hombreras y animal print. Pero no el que esperas: el estampado de leopardo queda atrás y este otoño 2025 empezarán a sustituirlo los reptiles. Y aunque será la réplica de piel de serpiente la que tome la delantera, tal y como aparecía en las colecciones de Zimmermann y Stella McCartney, el cocodrilo ha sido el protagonista de este look, con la textura que aporta como protagonista absoluta.
Ortega la ha vestido cerrada sobre un micro top, transformando esta pieza (que perfectamente podríamos vestir en la oficina) en el complemento a incorporar una noche que salgamos a cenar o de fiesta. Lo completaban unas gafas marrones, un bolso y unos tacones a juego, con los que unificaba y elevaba. Viendo todas las posibilidades que ofrece una chaqueta como esta, puede que sea la única que añada a mi carrito de la compra estas semanas. Gótica, pero chic.