Porque serle fiel a tu propio estilo (y confiar en una misma) también es una opción
Selena Gomez lleva cuatro temporadas compartiendo planos con Steve Martin y Martin Short en Solo Asesinatos en el edificio, la exitosa serie de misterio que narra las aventuras de tres atrevidos que crean un pódcast jocosamente inspirado por el género whodunit. Lejos de apostar por el method dressing, esa corriente que vanagloria vestirse como el personaje durante la gira promocional de un proyecto, la cantante, actriz y gurú del maquillaje, se marca un lookazo de aires clásicos –y como algunos modernos denominarían, very demure, very mindful– que le queda que ni pintado.
En un año en el que hemos visto a Zendaya darlo todo en la gira de prensa de Rivales, a Blake Lively con sus coloridos (y florales) vestidos para publicitar Romper el círculo, o a Jenna Ortega con sus estilismos de bibliotecaria dark para promocionar la segunda entrega de Bitelchús, ha llegado Selena Gomez a decir que está bien tomarse un respiro y que no todas las actrices tienen por qué seguir esa corriente, o si no, veremos cómo pronto la desgastaremos y nos cansaremos de ella.
Quizá sea la veteranía (la artista lleva más de dos décadas debajo de los focos) o la osadía de decir: “sé lo que me sienta bien”, pero lo que queda claro es que Gomez sabe elegir con acierto qué ponerse para una alfombra roja. En concreto, para el estreno de dicha serie en Los Ángeles, se enfundó en un minivestido de cuello halter negro firmado por Self-Portrait, que se diferenciaba de un little black dress al uso por su confección, en tejido bouclé brillante.
Steve Granitz