‘La revuelta’ fue el gran formato revelación el año pasado. Logró derrotar a ‘El Hormiguero’ en sus primeros meses de emisión, pero tras el liderazgo absoluto de las Campanadas de Broncano y Lalachus en Televisión… ¡ESPAÑOLA!, el formato se fue desinflando mes a mes. Siguió siempre por encima de los objetivos mínimos que se había marcado, pero el 17% de share del que presumió en septiembre de 2024 menguó hasta un 11,3% en mayo. Cada mes perdía un punto, más o menos. Los chistes sobre derrotar a Pablo Motos perdían gracia; hasta diría que David empezaba a tener mala cara.
Las vacaciones eran necesarias, y este lunes 8 de septiembre era el día marcado en rojo en la agenda como su gran comeback. Cual estrella del pop, Broncano se ha presentado con nuevo look. Un tinte rubio pollo que esperemos que le dé mejor suerte que a Katy Perry el pelo corto en la era ‘Witness’. Porque el programa volvió con todos sus pros y sus contras, y adivinamos que el excelente dato de audiencia logrado ayer (16,1%, acechando a ‘El Hormiguero’), volverá a peligrar.
Lo mejor de la noche fue el pre-show. Televisivamente fue tan arriesgado como el tinte de David: entró cortado, a medias, Chanel estrenaba un single muy loco llamado ‘Matahari’, una campeona en lanzamiento de peso, Belén Toimil, lanzaba un asiento al escenario mientras gritaba «¡¡Este es el mejor programa de la historia!!», a Jorge Ponce le extraían el corazón en vivo en un guiño a Indiana Jones, y Sergio Bezos aparecía con un ojo lleno de sangre. Aquello parecía el capítulo de la serie de Yurena que Nacho Vigalondo rodó en la Sauna Paraíso, pero lo llamaron «pre-show». Uno de esos momentos surrealistas que sí hacen que ‘La revuelta’ merezca la pena: ni Chanel, ni Ponce, ni Toimil volvieron a aparecer por allí. Fueron al plató exclusivamente para esta tontería. Bravo.
Una vez pasada la cabecera, la misma del año pasado, Grison tuvo a bien comentar cuáles habían sido los invitados de ‘El Hormiguero’ la semana anterior. Calificó a «Sergio Ramos, Arturo Pérez-Reverte y Bertín Osborne» como una «declaración de intenciones» porque de hecho lo fue. Sería la risa de no ser porque en la mesa esa de debate que organiza el programa de Antena 3, ya no se cortan en sentar hasta a 4 personas a opinar exactamente lo mismo sobre Pedro Sánchez. La respuesta de ‘La revuelta’ fue inteligente, hábil e intachable: no creo que nadie se atreva a decir que un grupo de bomberos y bomberas no merecía tener voz en prime-time, tras los virulentos incendios de este verano.
‘La revuelta’ se ha caracterizado siempre por dar voz a cirujanos, a deportistas de élite, a científicos, a activistas de enfermedades raras. No solo a artistas de primera línea. Es su fuerte haber dado con pequeños héroes y heroínas nacionales que no habían tenido tanta visibilidad. Es verdad que a veces esos invitados parecen escorados hacia la izquierda, y por eso parte de la audiencia nos hemos refugiado en este oasis de programa; pero otras veces solo han estado escorados hacia el sentido común.
La entrevista a la Brigada Forestal de Laza (Ourense), uno de ellos con bastante fotogenia, todo sea dicho, se convirtió en una reivindicación de lo público. Estos hombres y mujeres que han dedicado el verano a salvar del fuego un campamento lleno de niños, hablaron de la penuria de cobrar 1.300 euros por un trabajo así, de la falta de inversión de los gobiernos autonómicos, que son -recordaron, frente a los bulos- los que tienen las competencias, de las malas condiciones de los bomberos forestales en las «Comunidades de Madrid y Castilla y León», del cambio climático (porque no se le puede llamar de otra manera), del problema de la despoblación y de que nadie retire maleza durante los meses que no hay incendios. Son los factores que explican que un fuego -provocado o no- se propague mucho más rápido, incontrolable. También hablaron de la reducción de jornada laboral, a punto de ser tumbada por PP, VOX y Junts en el Congreso de los Diputados. Reivindicaciones que suenan lógicas para cualquiera (¿de verdad alguien quiere trabajar más o no cree en el servicio público de los bomberos?), hechas desde la calma total, entre bromas de Broncano con los mensajes que le iba a poner «a Perro».
Después, es cierto que el ritmo del programa fue decayendo tras la sorpresa inicial de ver a estas personas tan valiosas. El show se fue alargando hasta la hora y media sin necesidad, y Kiti Mánver y Álvaro Morte, en promoción de su serie de thriller ‘Dos tumbas’ para Netflix, no añadieron demasiado. Tengo justo la teoría de que Broncano fue perdiendo audiencia, primero por un exceso de humor cuñado, y segundo, porque su target, inquieto culturalmente, prefiere precisamente ver una serie en Netflix, una peli en Filmin o incluso -¡oh!- leer un libro antes de acostarse, que tragarse un programa diario de 90 minutos en el que te están hablando de una serie. En lo que sí han mejorado es en avanzar quiénes serán los invitados de la semana. No me perderé a Pepa Bueno, tras su sospechosa salida de El País, aunque la más ingeniosamente anunciada fue Mariló Montero, que forma parte del elenco de ‘Masterchef Celebrity‘. «Viene Susanna Griso, Mariló Montero o Ana Rosa Quintana», anunció con sorna David, y le regalo un chiste para esta noche: «Ana Rosa ya no, que es 4ª en audiencias».
Sin cambios significativos, ‘La revuelta’ ya sabemos que tendrá días mejores y peores, pero se mantendrá siempre por encima de objetivos y de la media de la cadena, que ahora mismo ha crecido hasta un 11%, gracias al éxito de programas de actualidad política como ‘Mañaneros’, ‘La hora de La 1’ o también del culebrón ‘La promesa’. Así que es un misterio qué ocurrirá con Broncano cuando se acabe su contrato de 2 años, sobre todo si al final hay cambio de gobierno, algo que se desconoce porque además no hay elecciones hasta 2027. Por lo que pueda pasar el programa ya bromeó en un rótulo: «Segunda temporada y última según los sondeos«. Como en ‘Cachitos’, esos rótulos siguen siendo lo mejor, con permiso de los memes sobre el pelo de David.