‘Shit sandwich’: ¿hasta dónde tienes que aguantar para alcanzar lo que quieres?
Encontrar un propósito vital se ha convertido en una especie de eslogan que nos insta a definir en pocas palabras aquello a lo que queremos dedicarle todos nuestros esfuerzos. Es imposible mantenerse al margen de una tendencia que insiste en que debemos tener claros nuestros dones y talentos, con el fin de dejar una impronta en el mundo; algo que, si bien para muchos es motivo de entusiasmo, para quienes no lo tienen tan claro puede resultar abrumador. Frente a esta búsqueda tan trascendental están quienes sostienen que más allá de preguntarnos qué es lo que nos apasiona, convendría descubrir si nos gusta lo suficiente como para soportar toda la incomodidad que viene con ello. Mark Manson escritor de El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda (Editorial Harper Collins) fue el primero en utilizar la metáfora shit sandwich para hacer referencia a todos aquellos aspectos negativos, dificultades o sacrificios que trae consigo la consecución de cualquier objetivo.
Según Manson, “algo que estás dispuesta a hacer (que disfrutes) y que la mayoría no está dispuesta a hacer te da una ventaja enorme”. El autor propone que nos quejemos menos, aceptemos mejor la parte menos agradable y tomemos decisiones activas o, de lo contrario, cambiemos de plan; una filosofía que también aplica Adriana Carvajal en sus mentorías. Esta creadora de contenido acumuló experiencia trabajando en Google y en LinkedIn antes de crear el programa Acelera Tu Carrera, con el que ayuda a cientos de candidatos a superar sus procesos de selección y acceder a grandes empresas tecnológicas, incluso sin un perfil high tech.
Para Carvajal, entender qué nos gusta es un buen punto de partida, sobre todo en un momento en el que mucha gente ni siquiera se detiene a reflexionar sobre aquello con lo que realmente disfruta. No obstante, reconoce que guiarnos por ‘lo que nos gusta’ o ‘lo que nos apetece’ está bien para encontrar hobbies, pero se queda muy corto como orientación para una carrera profesional sostenible. “El gusto, el disfrute y la motivación son emociones, y todas las emociones son pasajeras. Si nuestra vida laboral depende únicamente de cómo nos sentimos en determinados momentos, ¿qué pasa cuando un día deja de gustarnos, de apetecernos o de entusiasmarnos?”
Recuerda que cada sueño que tenemos trae consigo partes incómodas, aburridas y dolorosas. “Todo el mundo puede soñar en grande, pero no todo el mundo desarrolla la disciplina para comerse rutinariamente los shit sandwich que aparecen en el proceso de conseguirlo”. Asegura que si queremos emprender, pero no somos capaces de tolerar la incertidumbre y el fracaso, tal vez no lo deseemos tanto; del mismo modo que un artista debe estar dispuesto a rehacer su obra y a que le rechacen en más de una ocasión. “Si estás dispuesta a hacer repetitivamente aquello en lo que los demás tirarán la toalla, se va a convertir en tu mayor ventaja competitiva”.
¿Qué me gusta o qué estoy dispuesta a aguantar?
Reconocer desde el principio los obstáculos que aparecerán en el camino permite anticiparse, establecer metas realistas, gestionar mejor las expectativas y reducir la frustración. Además, ayuda a planificar los pasos necesarios para alcanzar el propósito. Carvajal lo entiende como un pensamiento a largo plazo que deja de lado la fantasía y esa versión ideal en la que siempre alcanzamos el éxito, el reconocimiento y la satisfacción personal. “Cuando introduces la pregunta de los sacrificios, empiezas a ver si tu elección encaja con tu estilo de vida, tu nivel de energía y tu carácter.”