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Hoy cumple 81 años el gran Sly Stone, cuyo verdadero nombre es Sylvester Stewart. Un genio que hizo estas obras maestras: «Dance to the Music» (1968), «Everyday People» (1968), «Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin)» (1969) y «Family Affair» (1971) y los álbumes «Stand!» (1969) y «There’s a Riot Goin’ On» (1971).
Brady Spensor dirigió un nuevo documental sobre la vida y el legado musical de la banda Sly & The Family Stone, una de los grandes del funk de finales de los sesenta y principios de los 70,
El director le hizo varias entrevistas a su líder Sly Stone, en las que se documenta su espiral hacia la indigencia y, afortunadamente este año, su salvación gracias a la Ley de Modernización de la Música, que ha otorgado al músico un flujo constante de regalías.
Spensor ha hablado con Deadline del proceso creativo del documental que le ha llevado 10 años facturarlo:
«Pasaron meses antes de que Sly incluso recordara mi nombre. Pero poco después, me llamaba a todas horas, día o noche. Este fue en un momento de su vida en que las cosas fueron realmente difíciles para Sly. Me convertí en su amigo en su máxima expresión, en su financiador y me sentí increíblemente agradecido por la confianza y la participación de Sly, lo que me permite documentar el final de una espiral trágica, la transición y el resultado de que Sly haya ganado una importante demanda que puede haber influido: La Ley de Modernización de la Música».
«Cuando Sly finalmente cobró sus regalías luego de años de estar económicamente atado y sin hogar, eso me calentó el corazón».
En 2011, Sly Stone entró en rehabilitación para buscar tratamiento para la adicción a las drogas. Ese mismo año, el músico reveló que había estado viviendo en una furgoneta en Cresnshaw, un barrio de Los Ángeles. Fue entonces cuando abrió un caso contra su ex mánager Gerald Goldstein, demandándolo por 50 millones de dólares.
Stone ganó también la demanda contra Goldstein y el abogado Glenn Stone en 2015, alegando que le habían desviado el dinero durante 11 años desde 1989 hasta el 2000.
El jurado terminó adjudicando a Stone 2,5 millones de dólares en daños contra Even St Productions, la compañía con la que le hicieron firmar un acuerdo, así como 2,45 millones de dólares contra Goldstein y 50.000 dólares contra Stone.
