Apelar al lujo de toda la vida no quiere decir dirigirse solamente a las clases pudientes que lo pusieron en práctica. De hecho, desde hace años la tendencia del consumo del mercado de pelo se descuelga del boom que está viviendo: como recogía un artículo de Business of Fashion, de alcanzar los 14.700 millones de dólares en 2013, el valor global total de las exportaciones se redujo a los 3400 millones en 2024. Que en 2017 Gucci se uniera a las filas de Tommy Hilfiger, Clavin Klein, Armani o Ralph Lauren en su apuesta por una moda libre de pelo también contribuyó a una presencia mermada sobre la pasarela.
En 2025 las propuestas sí están alineadas con la pauta en la calle, y van de las fibras sintéticas vistas en Simone Rocha o Ganni al pelo real vintage que incluyó Gabriela Hearst. “A medida que la moda de lujo se ha vuelto más inaccesible debido al aumento de costos que ha propiciado la proliferación de una cultura de imitaciones, la estola de pelo se hará más democrática”, pronostica Marci. “Los consumidores seguirán buscando opciones más asequibles que sigan transmitiendo el estilo de la pasarela otoño-invierno 2025”.
El ejemplo más paradigmático, que también menciona Marci, es la tendencia viral de la ‘mob wife’, inspirada en la imagen excesiva de las mujeres de los capos como Carmela Soprano. Mientras el interés por el pelo falso se mantuvo prácticamente igual, las visualizaciones de los vídeos de TikTok sobre abrigos vintage aumentaron un 243% en 2024. Además, las búsquedas en Google de “abrigos de pelo vintage” se han disparado un 688% desde enero de 2023, y es la generación Z la que lidera la tendencia. “Los clientes justificaron este boom por el vintage como una apuesta más ética que el pelo sintético y libre de crueldad animal, ya que no contribuían a la demanda de pieles auténticas. Cabe esperar que surjan patrones de compra similares para la popularización de la estola de pelo”, cavila Marci. “Sobre todo, la democratización del pelo reside en la conquista de la moda rápida, ya que los minoristas ahora pueden ofrecer al público general réplicas accesibles de productos que antes estaban reservados para la élite”.