Sofás curvos: la tendencia en decoración que no pretende pasar de moda
La apuesta de las formas curvas en interiores no es ninguna novedad. Llevamos casi un lustro viendo cómo las siluetas propias de la tendencia Bold –que apuesta por líneas mucho más orgánicas e inesperadas que rompen con la rigidez– se imponen en todo tipo de objetos de decoración, piezas de mobiliario y hasta estructuras. “Esta corriente se basa en las formas de la naturaleza. No hay más que apreciar una hoja o una flor para darse cuenta que de que las curvas proporcionan el toque sutil y elegante. Además, es perfecto cuando la estancia es pequeña ya que, a pesar de que el mueble tenga las mismas dimensiones que uno de líneas rectas, la forma curva le dará ligereza, ayudando a no sobrecargar tu vivienda”, adelantaba la interiorista Beatriz Reinosa, en 2022, cuando estas líneas comenzaron a invadir los catálogos de las principales tiendas de decoración y muebles.
Lo sorprendente es que, siendo una tendencia tan exprimida, no haya muerto de éxito. De hecho, para el otoño/invierno de 2025, seguimos viendo estas líneas orgánicas por todas partes. Aunque es cierto que sobreviven más (y mejor) en muebles de gran tamaño como mesas de comedor y sofás curvos, que en objetos de decoración como espejos y jarrones. “Las curvas ya no son una moda pasajera, sino casi una nueva manera de habitar. Están presentes en arquitectura (arcos, nichos) y mobiliario (sofás redondeados, espejos amorfos, mesas circulares). La novedad está en las líneas onduladas y los bordes scallop, que añaden un aire fantasioso”, adelanta Eva González, fundadora de su estudio de arquitectura e interiorismo homónimo.
Por ello, no es de extrañar que en la sección de muebles de las tiendas de muebles más populares vuelvan a predominar sofás curvos, con líneas orgánicas que recuerdan a las formas de la naturaleza. Piezas que siguen la estela de sofás de diseño como el Camaelonda, diseñado por Mario Bellini en 1970, o el Togo, ideado en 1973 por Michel Ducaroy. Actualmente, por suerte, conviven sofás y sillones para todos los bolsillos que permiten incorporar la tendencia bold en todos los hogares.
Eso sí, para adaptar la tendencia al momento estético que vivimos, conviene no abusar de las líneas redondeadas. Un sofá curvo puede hacerse protagonista de un salón pero necesita que el resto de elementos generen cierto contraste. “Lo importante es el equilibrio: por cada sofá de formas suaves puede haber una estantería geométrica o una obra abstracta de ángulos definidos que aporte tensión. La clave está en unir lo mejor de ambos mundos: las curvas acogen, las rectas ordenan”, sentencia González.