Este año, las fiestas van a ser un poco diferentes para Sofia Richie Grainge. Su primer retoño con su marido Elliot Grainge, una niña llamada Eloise, cumplirá seis meses en Navidad, y los abuelos hacen cola por desenvolver los regalos con ella. Por ello, los Richie Grainge tendrán en casa una política de puertas abiertas, mientras que Sofia, vestida de terciopelo oscuro, con lo que más cómoda se siente en Navidad, será la anfitriona de esa «avalancha de familia».
La socialite e imagen de la campaña navideña de Tommy Hilfiger ha decorado los pasillos con los colores del mismísimo rey de la moda estadounidense, por lo que la tradición de despertarse y dirigirse directamente al árbol el 25 de diciembre será más roja, blanca y azul que de costumbre.
«Esta sesión de fotos representa una nueva etapa en mi vida», dice Richie Grainge de las imágenes de campaña, que se desvían de la típica Navidad kitsch en favor de una estética ‘antiespumillón’ decididamente elegante. Esto se traduce en la quintaesencia del estilo preppy de Manhattan y en los clásicos de fin de semana en los Hamptons para pasar las fiestas a sus anchas, en lugar de vestirse de lentejuelas como las estrellas de los editoriales más tradicionales de diciembre: «Me sentí muy identificada con esta campaña porque, creativamente, trata de los distintos roles que desempeña una madre en su vida diaria y de cómo puede vestir de forma diferente en cada uno de esos roles», añade. En el armario de invierno de Richie Grainge, además de los abrigos de lana para cualquier ocasión y los prácticos vestidos negros que luce en las fotos, es fundamental la gabardina, un básico que a Sofia le entusiasma especialmente. «Se pueden hacer muchas cosas con una gabardina«, afirma de la prenda, que igual lleva con vaqueros, camiseta y zapatillas que sobre un traje holgado. «Casi la considero un accesorio».
Cortesía de Tommy Hilfiger
Cortesía de Tommy Hilfiger
Aunque no todos los días va tan arreglada como sale en las fotos con su compañero Damson Idris, la modelo y estrella mediática de 25 años señala que su estilo no ha cambiado desde que ha sido madre: «Estoy empezando a volver a caber en mi ropa poco a poco, así que eso cambia un poco el panorama. Pero no, no he cambiado mi estilo por ser madre: me siento muy segura y cómoda con mi forma de vestir. Si acaso, mi bolso está mucho más lleno».
Tener a su hija le ha hecho ver los regalos de Navidad de otra manera. Los mejores, piensa ahora, son los álbumes de recortes y de fotos que ha recibido para Eloise, y las sorpresas bien pensadas que su marido le concede cuando ella insiste en que no quiere necesariamente «cosas materiales». «No se me da muy bien recibir regalos, me encanta cualquier cosa si es con cariño», explica Richie Grainge sobre su tendencia natural a dar, más que a aceptar.
