Los sombreros han llegado para quedarse en el terreno nupcial
Las novias de 2023 estaban obsesionadas con llevar lazos en el pelo. No es de extrañar que así fuese, vivíamos en medio de la revolución de la estética coquette, que tenía por protagonista este elemento que encaja de forma natural en el terreno nupcial. El máximo referente en esta tendencia fue Barbara Palvin, cuyo enlace se convirtió en uno de los más virales del año pasado.
Sin embargo, las novias de 2024 han cambiado este accesorio de pelo por algo todavía más llamativo, que puede cambiar el golpe de efecto de cualquier vestido de novia. Nos referimos ni más ni menos a los sombreros para novia, una de las apuestas que más estamos viendo entre las recién casadas.
Apostando por vestidos lenceros, minimalistas o noventeros, las novias del 2024 están convirtiendo los sombreros en el epicentro de sus looks nupciales. Desde el clásico sombrero Fedora con velo por encima –un elemento al que muchas novias con sombrero se niegan a renunciar– hasta las pamelas de ala XXL.
Ellas lo llevaron primero
Sin embargo, aunque las novias de 2024 hayan rescatado esta tendencia, lo de llevar sombrero de novia no es nada nuevo bajo el sol. Hace más de medio siglo, Cristóbal Balenciaga diseñaba un vestido de novia en gazar de seda con cola oval que completaba con un tocado circular, que sería fotografiado por David Bailey en julio de 1967. Más recientemente, las archiconocidas pamelas de Jacquemus, que se convirtieron en la estrella de su desfile de primavera/verano 2018 conquistaron a novias transgresoras que huían de convencionalismos en su gran día.
Em el terreno ‘celeb’, fueron muchas las novias que apostaron por esta tendencia. Empezando por Rita Hayworth, la primera actriz en convertirse en princesa al contraer matrimonio con el príncipe Aly Khan, hijo del sultán Mohammed Shah. Una boda muy mediática en la época y que no dejó indiferente a nadie porque la novia apostó por un look de Jacques Fath, el que sería su diseñador de confianza a lo largo de su carrera y autor de algunos de sus estilismos más emblemáticos; entre ellos, el vestido de satén combinado con guantes que lució Gilda, su personaje más famoso, convertido en un icono del cine. Para la ocasión, Fath confeccionó un vestido de seda azul que culminó con una pamela XXL.