Lo hemos visto por todas partes: bolsos decorados por un toda una ristra de llaveros prendidos en sus arandelas con las formas más caprichosas. Corazones, teletubbies, naves espaciales y hasta mini bolsos de piel con el logo de la marca cuelgan como la manera más original (ojo, que no asequible) de personalizar este complemento. Como hemos visto en el street style, no hay límite a la hora de añadir aderezos: si en 2025 se habla de cómo el lujo silencioso ha muerto, este gesto de estilo es sin duda una de las apuestas que ha acabado con ello desde que se pusiese de moda el año pasado.
El siguiente paso que se propone en 2025 es trasladar los charms al calzado, en apuestas variadas. Coach es una de las firmas que los incluyó en su colección de primavera-verano: unas zapatillas de efecto desgastado se ornamentaban con taxis, coches y hasta ciervos que copaban la mayor parte de los cordones. Los charms no eran precisamente discretos, y aportaban un toque entre naíf y divertido que promete convertirse en el centro de todas las miradas. En la misma línea, Chloé propuso unos zapatos planos de cordones con pequeños detalles con motivos marinos, pero en su caso no eran añadidos que se pudiesen quitar o poner a placer, sino que están incluidos dentro del propio diseño.
Coach primavera-verano 2025.
Coach primavera-verano 2025.
Chloé primavera-verano 2025.