De Sienna Miller a Daisy Edgar-Jones, este verano hemos asistido al regreso de la chica boho, en gran parte gracias al debut en Chloé de Chemena Kamali, inspirado en la etapa de Karl Lagerfeld en la casa francesa durante los años setenta.
Otra de las estrellas abonadas a la tendencia es Suki Waterhouse, que abrió la tercera noche de la gira The Eras Tour, de Taylor Swift, en el estadio de Wembley con un vestido largo de color melocotón con volantes de la colección otoño/invierno 2024 de Chloé. En sintonía con el vestido, la cantante y actriz lució su melena despeinada sobre los hombros y redujo al mínimo los accesorios: solo sus anillos de Tiffany & Co. y unas pulseras de la amistad de Swiftie.
El look casaba perfectamente con la sesión fotográfica de la portada de la edición británica de Vogue, en la que aparecía la cantante con otro look de Chloé: un vestido de encaje negro que ella describió como «cien por cien Stevie», en referencia a Stevie Nicks, de Fleetwood Mac, la musa boho original.
Entendemos perfectamente por qué Waterhouse, con su estilo «ecléctico y más bien bohemio» (en palabras de Julia Sarr-Jamois, redactora colaboradora de moda del Vogue británico) es tan fan de esta vuelta de tuerca de Chloé. Ojalá que la próxima vez que la veamos lleve los populares zuecos de madera de la firma.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk. Traducción y adaptación: Carmen Cocina.