Como era de esperar, el rapero y ganador del Premio Pulitzer Kendrick Lamar se adueñó por completo del escenario en el espectáculo del descanso de la Super Bowl 2025, celebrado anoche en Nueva Orleans. En su esperada actuación, el rapero estuvo acompañado por SZA, así como por las apariciones especiales de Samuel L. Jackson (vestido de Bode, a modo de un Tío Sam hiperelegante), Mustard y Serena Williams, que ejerció de una de sus bailarinas (todos los bailarines iban vestidos en tonos azules, rojos y blancos, los tres colores de la bandera estadounidense).
Dado que el músico siempre utiliza sus looks para transmitir un significado más profundo –sus estilismos suelen llevar mensaje, ya sea obvio u oculto–, no fue ninguna sorpresa que su atuendo para la Super Bowl también contara con un trasfondo mucho más amplio. Diseñado por Taylor McNeill, el rapero lució unos vaqueros de Celine de corte bootcut (el estilo Y2K está de vuelta, según Kendrick Lamar y otras estrellas como Pharrell Williams), así como una chaqueta varsity de cuero personalizada de Martine Rose, en la que se leía «Gloria» en la parte delantera (al principio, muchos espectadores lo confundieron con el logotipo de los Florida Gators). Entonces, ¿qué historia había detrás de esa llamativa bomber?
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