Taylor Swift emergiendo del suelo del escenario entre enormes pétalos de tela tie dye. El vestuario de flecos, lentejuelas y strass. El piano cubierto de musgo. El salto a la piscina. Cruel Summer para abrir, Karma para cerrar. Es probable que, aunque no acudieses anoche al concierto de Taylor Swift en Madrid (ni a ninguno de los anteriores de su The Eras Tour), sientas que ya has estado ahí. Pero no. Puede que sea la actuación más diseccionada en redes sociales de la historia y, si tienes TikTok y el algoritmo sabe (y sí, lo sabe) que eres fan de la cantante, sabrás perfectamente todo (o casi todo) lo que ocurre durante esas casi cuatro horas de directo. Y, sin embargo, nada puede compararse a la experiencia de vivirlo en persona.
Taylor Swift en el concierto de The Eras Tour en MadridXavi Torrent/TAS24/Getty Images
Solo la energía que se respiraba en el ambiente antes de empezar ya prometía que algo increíble iba a suceder. Y aunque Taylor hizo exactamente lo que esperábamos de ella (darlo todo, cantar el set list que los fans ya se conocen al dedillo, no errar un solo paso de la coreografía), al mismo tiempo era como verlo todo por primera vez. Porque no es igual ver una postal de la Torre Eiffel que subir al monumento y maravillarte con las vistas, no es lo mismo ver alrededor de un trillón de vídeos en TikTok que experimentar en primera persona lo que es gritar a pleno pulmón las letras de tus canciones favoritas en un estadio de fútbol.
Aunque todo era previsible, aunque podías haberte estudiado el orden de las canciones (excepto los dos temas sorpresa que va cambiando en cada actuación), resulta imposible no emocionarse con el famosísimo bridge de Cruel Summer, con Champagne Problems al piano –que en Madrid fue seguida de una apabullante ovación de varios minutos que dejó a la propia Taylor sin palabras– o cuando la artista pregunta si tenemos diez minutos extra para cantar con ella All Too Well (la duda ofende). También hubo algún momento hilarante, como el estribillo de We Are Never Ever Getting Back Together (‘Jamás vamos a volver juntos‘), que uno de sus bailarines, Kameron Saunders, remató con un perfecto “ni de coña” en español; o el instante en que todo el estadio pensó por un segundo que Lana del Rey había hecho una aparición sorpresa durante Snow On The Beach («lo siento chicos, soy solo yo», aclaró Taylor). Sí, de esas cosas que ves (o has visto) repetidas una y otra vez en redes sociales, con la (gran) diferencia de que esta vez eres tú la que lo está viviendo.