Telefónica está analizando la venta de su sede central corporativa en Distrito C, en el barrio de Las Tablas (Madrid), en una operación que podría generar entre 800 y 900 millones de euros. La compañía planea estructurar la transacción bajo un modelo de alquiler a largo plazo con el nuevo propietario, lo que le permitiría seguir operando en el complejo manteniendo su actividad sin interrupciones, según adelanta El Economista y ha confirmado este diario.
Entre los potenciales interesados en el Distrito Telefónica presumiblemente se citarán grandes fondos institucionales y patrimonialistas, de un perfil similar al de Pontegadea, sociedad de inversión inmobiliaria de Amancio Ortega y propietaria del edificio de Planeta y la antigua sede barcelonesa de BBVA.
La multinacional continuaría su actividad con plena normalidad en el mismo enclave, bajo un modelo de Sale & Leaseback. Es decir, Telefónica vendería sus referidos activos pero, al mismo tiempo, establecería un contrato de alquiler a muy largo plazo para seguir utilizándolos como lo viene haciendo desde 2008, año en el que se inauguró el Distrito C, con un coste cercano a los 500 millones de euros.
Fuentes del sector también indican que, en caso de venta con alquiler, el gasto por arrendamiento de los inmuebles por parte de Telefónica podría superar los 22 millones de euros anuales, a razón de 13 euros por metro cuadrado.
La multinacional que preside Marc Murtra trata de rentabilizar su todavía ingente patrimonio inmobiliario. De hecho, también contempla la venta de su antigua sede histórica madrileña de Gran Vía 28, de 14 pisos, donde actualmente se encuentra la tienda emblema (flagship) de Movistar, y cuyo precio podría alcanzar los 300 millones de euros. Tanto en el caso de Gran Vía como en el de Distrito C, hay grandes espacios sin uso por parte de Telefónica, por lo que su venta rentabilizaría notablemente los inmuebles.
La idea inicial de la multinacional pasaba por alquilar algunos de los edificios de Distrito C, planes que por ahora han quedado en suspenso ante la posibilidad de una venta de todo el complejo. La estrategia de vender inmuebles para seguir en ellos como inquilino ya la practican corporaciones como ING, Naturgy, Planeta, Mango, BBVA y la propia Telefónica, como hizo con el rascacielos barcelonés de Diagonal Zero Zero, sede de la teleco en Cataluña.
Aunque la escasez de la vivienda ha hecho que este uso sea mucho más rentable para las inmobiliarias que el de oficinas, el proyecto de venta descarta un uso residencial puro, puesto que la remodelación a la que debería someterse el complejo hacen muy costosa su adaptación para ese uso. Sin embargo, las inmobiliarias pueden plantearse el modelo de rodear los terrenos adyacentes al complejo de viviendas de nueva construcción, siguiendo el modelo similar a otros parques empresariales en zonas adyacentes como La Moraleja.
Un complejo de 200.000 metros cuadrados
El complejo incluye 15 edificios de entre cinco y once plantas, con cerca de 200.000 metros cuadrados de oficinas y 190.000 metros cuadrados de accesos y zonas ajardinadas. Su ubicación estratégica —con acceso directo a la estación de metro Ronda de la Comunicación— y sus altas prestaciones, como las instalaciones de eficiencia energética. Construdio sobre planos del arquitecto Rafael de la Hoz e incluido en el PAU Las Tablas está considerado un ejemplo de arquitectura y urbanismo sostenible, gracias al empleo de unos materiales destinados a reducir el consumo energético.
Entre otras instalaciones, dispone de 16.000 paneles fotovoltaicos en las cubiertas o fachadas, despliegue que permitió a Telefónica convertir su sede en unos de los mayores parques productores de energía solar de Europa, con más de 3,6 GWh al año, equivalente al consumo eléctrico de más de mil hogares al año, con una reducción anual de 1.600 toneladas de CO2. Además, dichas placas solares generan el 18% del consumo del complejo.
Los mismos edificios cuentan con una superficie de vidrio en fachadas y techados de 160.000 metros cuadrados, con un material especial capaz de proporcionar luminosidad al interior con una alta eficiencia en climatización, tanto para el frío como para el calor. Además de las propias oficinas, despachos, salas de reuniones y gran auditorio, la sede central de Telefónica cuenta con servicios de restauración, zonas comerciales, guarderías, gimnasios, clínicas, jardines y un lago.