Telefónica registró unas pérdidas netas en el primer semestre de 2025 de 1.355 millones de euros, frente a las ganancias de 950 millones que obtuvo en el mismo periodo del año anterior. Estos números rojos se producen debido a las minusvalías contables anotadas por la venta de las filiales de Argentina, Perú, Ecuador y Uruguay, que se elevaron a 1.913 millones de euros. Al margen de estas filiales latinoamericanas de las que se ha desprendido la compañía que preside Marc Murtra, el beneficio neto de las operaciones continuadas —aquellos negocios que siguen dentro del grupo— se situaría en 558 millones de euros en la primera mitad del año, un 46,3% menos que en el mismo periodo de 2024.
Estas abultadas pérdidas ya se anticiparon en el primer trimestre del año cuando Telefónica declaró unos números rojos de 1.304 millones de euros. De hecho, en el segundo trimestre las pérdidas netas se redujeron a 51 millones de euros, debido a que el impacto negativo de las ventas del negocio de Ecuador y Uruguay, contabilizado en estos tres meses, ha sido de 206 millones, mucho menor que el de Argentina y Perú, que se apuntó en las cuentas de entre enero y finales de marzo. Descontando este efecto, Telefónica hubiera obtenido un beneficio de 155 millones de euros en el segundo trimestre de 2025.
En cuanto a los ingresos, las desinversiones en América Latina se han notado también en el perímetro del grupo que ha visto reducida su facturación a los 18.013 millones de euros en el primer semestre de este año, frente a los 20.395 millones anunciados en el mismo periodo de 2024. A efectos comparables, excluyendo los negocios hispanoamericanos vendidos, los ingresos en el semestre se han recortado un 3,3%, descenso que la compañía explica por la mala evolución de los tipos de cambio. Entre abril y finales de junio, los ingresos ascendieron a 8.953 millones de euros, un 3,7% menos. El beneficio bruto operativo (ebitda) cayó un 4,6% en el semestre hasta los 5.895 millones de euros, descenso derivado también por la evolución de las divisas, según la compañía.
Tras estos resultados, Telefónica confirma los objetivos financieros establecidos para el conjunto del año y un dividendo de 0,30 euros por acción en efectivo para 2025, pagadero en dos tramos: el primero el próximo mes de diciembre (0,15 euros) y el segundo en junio de 2026 (0,15 euros).
Inversión, deuda y clientes
La cifra de inversión correspondiente a los seis primeros meses del año ha alcanzado los 2.003 millones de euros, un 6,8% menos que hace un año, de tal forma que la ratio de inversión sobre ventas se ha situado en el 11,1%, dentro del objetivo previsto para el conjunto del ejercicio. Por otra parte, la generación libre de caja (FCF) cerró junio con un total de 291 millones de euros. La deuda financiera neta se ha reducido un 5,5% en términos interanuales y se ha situado en 27.609 millones a 30 de junio (35.369 millones incluyendo arrendamientos).
Telefónica ha finalizado el primer semestre del año con 348,6 millones de líneas. La compañía es líder global en fibra, con más de 171 millones de unidades inmobiliarias (hogares y negocios) pasadas con redes de ultra banda ancha, de las cuales un total de 81,4 millones se corresponden a fibra óptica. Con respecto a la tecnología móvil 5G, la cobertura en España alcanza al 94% de la población, al 98% en Alemania, al 64% en Brasil y al 78% en Reino Unido.
Por filiales
Por regiones, Telefónica España aumentó sus ingresos un 1,8% hasta los 6.356 millones de euros, y un 1% el ebitda hasta los 2.254 millones. La ganancia neta de líneas en el mercado residencial es la mayor en más de seis años. Las de banda ancha crecen un 2,1%; contrato móvil (+2,7%) y televisión de pago (+6,4%). La base convergente suma 15.000 clientes y un ingreso medio por cliente (ARPU) de 91,1 euros. Telefónica Alemania aumentó sus ingresos un 2,2% con un retroceso del ebitda del 4,1%. Tanto Brasil como Telefónica Hispam sufrieron los efectos de los tipos de cambio, con caídas de ingresos del 6,9% y del 12%, respectivamente, y del 5,5% y del 21,3% del ebitda.
Virgin Media O2 (VMO2), la filial conjunta de Telefónica y Liberty Global en Reino Unido, registró unas pérdidas de 357,4 millones de libras (414 millones de euros) en el primer semestre de 2025, frente a los beneficios de 30,8 millones (35,6 millones de euros) que obtuvo en el mismo periodo del año anterior. De enero a finales de junio, los ingresos totales alcanzaron los 5.007 millones de libras (5.795 millones de euros), con un descenso interanual del 4,9%.
Telefónica Tech, de la que no se reporta el ebitda, aumentó sus ventas un 9,6%, hasta los 1.074 millones de euros.
Murtra: No comprometeremos el objetivo de la deuda

El presidente de Telefónica, Marc Murtra, ha reiterado que no comprometerán el objetivo de reducir la deuda con ninguna inversión u operación de consolidación como la que ha estado reclamando desde que accedió a la presidencia del grupo en enero pasado. ”No comprometeremos nuestra calificación de deuda neta por ninguna adquisición. Existen otros instrumentos financieros en los apoyarnos”, explicó en la conferencia con analistas por la presentación de resultados del primer semestre. Algunas firmas de inversión ya anticiparon que Telefónica podría plantear una ampliación de capital en caso de acometer la compra de otra operadora, operación para la que contaría con el plácet de sus principales accionistas (SEPI, BBVA, CriteriaCaixa y STC)
Murtra admitió que el fuerte endeudamiento de Telefónica puede condicionar las decisiones de inversión pero sin descartarlas. ”Estar en el extremo superior del apalancamiento, es una restricción. Es relevante, pero no creemos que sea estratégicamente limitante para nosotros. Podemos encontrar soluciones para buenas operaciones, eso siempre bajo la restricción inicial de que siempre seremos de grado de inversión”, aseguró.
Para ello, Telefónica no abordará operaciones grandes con alto riesgo, como ocurre en tecnología, o , como ya dijo en unas conferencias en Barcelona de la asociación de directivos CEDE con «riesgo calculado». «En definitiva, el riesgo va de la mano con la rentabilidad. La razón por la que queremos adquirir mayor escala es porque existen mayores economías de escala. Creemos que eso es bueno para Europa. Y pensamos, como parte de la idea, que ganemos escala, consolidemos el mercado europeo y así podremos invertir en tecnología. Y las inversiones en tecnología conllevan un alto riesgo. Así que no estoy hablando de lanzar grandes operaciones con alto riesgo, porque esa no es nuestra naturaleza, sino de tener el balance y la capacidad, eventualmente, de lanzar pequeñas operaciones que podrían tener un perfil de riesgo más alto y luego detectar aquellas que tienen o generan tracción y poder redoblar la apuesta. Lo que decía es que el riesgo va de la mano con la rentabilidad y necesitamos escala o queremos una mayor escala para poder asumir riesgos más calculados. Cualquier operación de alto riesgo que asumiéramos tendría un alcance limitado inicialmente», ha dicho este miércoles Murtra a preguntas de los analistas.
En este sentido, Murtra destacó dos grandes cambios que se han producido en el último año, como el “fortalecimiento de la noción de autonomía estratégica” en la Unión Europea, lo que para el presidente de Telefónica significa “contar con tecnología de ciberseguridad” en el territorio, “algo inexistente” hasta ahora. Asimismo, ha señalado las “enormes inversiones en defensa” anunciadas por Bruselas y sus Estados miembros, muchas de las cuáles se destinarán a la creación de tecnología con la ciberseguridad y la ciberdefensa en el foco.
“Prevemos que las condiciones del mercado de la ciberseguridad cambien, impulsadas por la voluntad política europea y, si esto ocurre, reaccionaremos en consecuencia. En segundo lugar, prevemos grandes inversiones en el área de ciberdefensa, que creemos que quienes operan en ciberseguridad pueden aprovechar”, ha enfatizado.