Si hay una preferencia absoluta entre las tendencias de primavera-verano 2025, esa es la de la lencería a la vista. Ya no hablamos de las bragas expuestas que tanto dieron que hablar en temporadas anteriores, sino un compendio de lo más variado para poner en relieve las prendas más íntimas del cajón. Si Prada deja entrever sujetadores bandeau por debajo de sus vestidos, Balenciaga insiste en total looks con sujetadores de encaje, enaguas y medias con ligueros a juego. El salto de cama también se pone en primer plano: son camisones que van desde lo más sexy (Gucci) hasta lo más romántico (Alberta Ferretti). Chloé ha sacado todo el arsenal del boudoir con vestidos, bloomers y hasta pololos.
Una referencia: el balletcore
Go Runway/ Collage: María San Millán
El ballet es una de las inspiraciones artísticas más recurrentes de la moda, y la próxima primavera-verano 2025 vuelve a ponerse en el foco de las marcas. Parece un moodboard lógico si tenemos en cuenta propuestas como la de Simone Rocha, que le gusta jugar con los contrastes de una estética tan delicada (como sus tutús combinados con impermeables). Ferragamo concibe su colección como una clase de danza, con leggings cortos, bodies y bailarinas con cintas que se anudan hasta media pierna y colores nude muy propios de esta disciplina artística. Los calcetines de punto gordo, tipo calentadores, se dejan ver en Rokh y Prada. JW Anderson o McQueen proponen directamente vestidos tipo ballet, al puro estilo Cisne negro.